En un mundo cada vez más egoísta...
“¡Felices los pobres en el Espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos!”
porque de ellos es el Reino de los Cielos!”
En un mundo donde todos escalan pisoteando al otro...
“¡Felices los pacíficos, porque heredarán la tierra!”
En un mundo invadido por el dolor y el sufrimiento...
“¡Felices los tristes, porque serán consolados!”
En un mundo donde cada uno busca su propio interés...
“¡Felices los que tienen hambre y sed de la Justicia,
porque serán saciados!”
porque serán saciados!”
En un mundo falto de amor, cariño, perdón, comprensión...
“¡Felices los misericordiosos,
porque encontrarán misericordia!”
porque encontrarán misericordia!”
En mundo donde todo está hipererotizado, donde abundan las malas intenciones, la utilización de los demás, la falsedad y la mentira...
“¡Felices los que tienen un corazón limpio,
porque ellos verán a Dios!”
porque ellos verán a Dios!”
En un mundo lleno de rencores, odios, divisiones, violencia, guerras...
“¡Felices los que construyen la paz,
porque serán llamados hijos de Dios!”
porque serán llamados hijos de Dios!”
En un mundo injusto, donde a muchos se le quita lo que le corresponde, lo que necesitan... y donde muchos callan por cobardía...
“¡Felices los perseguidos a causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los Cielos!”
porque de ellos es el Reino de los Cielos!”
En un mundo que necesita del testimonio del Amor de Dios, del testimonio de Cristo...
“¡Felices seréis cuando os injurien
y os persigan y os calumnien por mi nombre!”
¡ALEGRAOS Y REGOCIJAOS, SANTOS Y SANTAS DE DIOS!