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martes, 23 de diciembre de 2008

Una de médicos

Os cuento una anécdota preciosa. Me la contó hace unos días un médico amigo.
Isabel era una niñita de apenas cuatro años, sufría una de esas enfermedades llamadas raras, de mal diagnóstico y difícil curación (no me pidáis más datos).
Tenía una oportunidad de recuperarse. Su hermano de cinco años había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla. Así que los médicos estudiaron la posibilidad de realizar a Isabel una transfusión de sangre de su hermano, esperando que también su sangre pudiese desarrollar los anticuerpos que la salvasen.
Digan lo que digan, lo de sacarse sangre no es agradable para nadie, imaginad el mal trago del pobre chiquillo.
Un médico se acercó al niño antes de empezar la transfusión e intentó explicarle la situación, diciéndole que tenía que dar su sangre, para que su hermana se pusiese bien, y le preguntó si sería valiente para hacerlo...
El chiquito dudó solo un momento antes de suspirar y aún un poco asustado decir: “Sí, yo quiero que se ponga buena mi hermana”.
Lo acostaron en una cama junto a la de su hermana y comenzaron la transfusión que fue todo un éxito. Se notó con mucha rapidez la mejoría de Isabel que aprendía, con la sangre de su hermano a vencer su enfermedad.
Contentos por el resultado todos, el médico que había hablado con el niño entró en la habitación y felicitó al muchacho por lo valiente que estaba siendo. Entonces el chico se puso pálido, dejó de sonreír y se le saltaron las lágrimas. Se volvió y preguntó al médico asustado:
- “¿A qué hora empezaré a morirme?”
Pensaba que le daría toda su sangre a su hermana... y aún así se la daba. Sí, señor, eso es un niño valiente.

13 cosas que me dicen:

Alexandro Magno dijo...

Dice Jesucristo: El que no se haga como un niño no entrará en el reino de los cielos. Y a ésto se refería. La sencillez, lo claro, lo concreto del pensamiento del niño, lo puro y abnegado. El amor es sencillo, solo hay que ser valiente. Como el niño, a veces uno se lleva la sorpresa de que no era tan terrible las secuelas de entregarse. Muy buena historia, no deja de ser un golpe bajo a la sensibilidad, y cabe decirlo, esta historia anda circulando en uno de los millones de pps de reenvió que hay en los mails. De todas formas es totalmente creíble, los niños son así, y si me hubiera puesto a escribir las ocurrencias de mis cuatro hijos mientras crecían, sería un best-seller.

Luzzy Duran dijo...

interesante... es genial ser niño, un abrazo y felices fiestas!!! :D

Unknown dijo...

Muy bonito e inocente.


P.S.:Felices Pascuas

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

Sí, señor, eso es Navidad.
¡Feliz Navidad!

Ángel dijo...

Definitivamente amor, del verdadero...
Gracias por compartir este hermosa historia

Fleiz Navidad Lorenzo!

Anónimo dijo...

el final me ha emocionado mucho.

Un cura dijo...

Muchas gracias a todos por vuestrso comentarios. Como imagináis estos días estoy muy liado y no tengo mucho tiempo. Pero os agradezco vuestras visitas.
Feliz Navidad.

Eria.. dijo...

Pobrecito mío...alguien debería haberselo explicado bien. Ojalá dentro d diez años le quede la mitad de la bondad por lo menos a ese niño.
Besitos varios.

Un cura dijo...

Dicen que más vale tarde que nunca. Aprovecho el 1 de enero, que es día tranquilito para responderos a todos.

Alexandro Magno, qué grandes los pequeños... Dios sabía lo que hacía cuando se hizo Niño. Gracias por tu visita y comentario.

Luzzy Duran, Paco, Miguel Ángel, los niños nos enseñan tanto... gracias por pasar por aquí y dejar vuestro comentario.

Ángel, gracias a ti por compartir mi blog.

Pequeño, todos nos deberíamos emocionar. Que no se pierda en nosotros la capacidad de asombrarnos.

Eria, lo que para nosotros está bien explicado para un niño es muy poco... no dudes que la bondad se puede conservar... Un abrazo a todos.

Aniña (@vampyevil) dijo...

LA verdad es q esta anecdota me ha encantado.

bnesitos

Aspective dijo...

No sé si será cierto o una bonita historia. Pero sí, es bonita y te emociona oirla

pato dijo...

De estas historias debería estar hecho el mundo.

Un abrazo desde Guad Jal México !

pato dijo...

La inocencia de los niños es tan hermoso.

Un abrazo.