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viernes, 28 de noviembre de 2008

¿Qué tienen que ver El Congo y su guerra conmigo y mi móvil?

Ojalá pudiese ignorar algunos temas, pero creo que es mejor ponerse serio y hablar de este tema, aunque no sea agradable.
Tengo que cambiar el comienzo de esta entrada. Esperaba desde hace tiempo leer algo sobre esto en un blog maravilloso que un amigo bloggero tiene dedicado a África. Hace unos días le dedico un post, y llevó la pregunta por la guerra desde Zaire (El Congo) hasta África entera. Yo voy a permitirme la osadía de echar un vistazo y dedicar unas palabras a ese país y a cada uno de nuestros hermanos que allí sufren y mueren (que sirva también de símbolo de tantas y tantas miradas que ocultamos a tantos conflictos en toda África).
En el corazón de África existe un material llamado coltán (de columbita y tantalita que lo componen). Casi nadie habla de él y a casi nadie parezca preocuparle, pero puede llegar a ser más valioso que el petróleo (ya es conocido como oro gris). Es un superconductor de la electricidad y soporta el calor mejor que cualquier otro material, por lo que se utiliza en la tecnología más puntera.
Resulta que el 80% de las reservas mundiales de coltán están en la República Democrática del Congo, (antes Zaire) país desestabilizado tras años de conflicto fratricida y con una política débil y corrupta. Los países limitrofes se acusan mutuamente, especialmente Ruanda y Uganda ocupan militarmente parte del territorio congoleño y explotan el mineral en negociación con las grandes multinacionales.
El valor de este material es lo único que nos permite comprender por qué hay una guerra en este país desde el 2 de agosto de 1998, sin que nadie en Occidente se escandalice por ello. Millón y pico de refugiados ya se agolpan sin medios para sobrevivir en el Este del Congo. Y esta guerra lleva ya la friolera de dos millones ¡dos millones! de víctimas ante la pasividad y el silencio de la comunidad internacional (-¿Qué pasa en África?- pregunta mi amigo Mario).
Tristemente, un negocio internacional alimenta esta guerra y deja en la pobreza más absoluta a los ciudadanos de uno de los países más ricos del planeta, que trabajan en regimen de semiesclavitud en los complejos mineros congoleses. El último objetivo es dividir el territorio de la República Democrática de Congo en varios estados, facilitando aún más la explotación injusta de los recursos. Lo denunció Mons. Christophe Munzihirwa, arzobispo de Bukavu, que por no callar fue asesinado por el ejército ruandés.
El coltán está en las pantallas planas, en los ordenadores portátiles y en las consolas (como en el año 2000 faltó Coltán la PS2 tardó en salir al mercado), por supuesto también en las estaciones espaciales, los aparatos clínicos y el armamento militar. Pero más de la mitad del coltán va a parar a nuestros teléfonos móviles (con él fabrican componentes AMD, AVX, Epcos, Hitachi, Intel, Kemet, NEC... y lo usan Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent, Motorola, Nokia, Siemens...). Sí, en tu móvil como en el mío, desde El Congo.
La prensa occidental no habla de nada de esto. Los políticos y la ONU expresan su “gran preocupación” y miran hacia otro lado. Ni siquiera las organizaciones pacifistas, tan preocupadas de otros conflictos (más llamativos seguramente) parecen preocuparse de los congoleses. Sólo la Iglesia ha intentado gritar una y otra vez contra esta explotación -hace apenas un mes lo hacían los obispos congoleses en Madrid sin que nos enterásemos-.
¿Y tú? ¿Y yo? Seguramente nos sentimos incapaces de hacer algo, tal vez sólo podemos pensarlo dos veces antes de cambiar de móvil, porque tampoco vamos a estar usando el móvil con remordimientos... Ya, es verdad... tal vez, sin coltan yo no estaría escribiendo, ni tú leyendo mi blog.
No sé si podemos cambiarlo, pero sí sé que al menos debemos saberlo. Y hacerlo saber.

sábado, 22 de noviembre de 2008

¡Qué arte de barrio!

¡Qué bonito ser cura de gente así!
Dedico este post a todos "mis niños"... (desde Primavalle a La Granja y en especial a los del 11408).
¡Si me pierdo que me busquen en el monte 'el agujero!


11408; Videoclip de RPS en colaboración con Ninhato, Pinte y el Largo.
Dirigido, grabado y editado por Jesús Gómez.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Pornografía infantil NO

Es triste dedicar días a cosas como esta.
Creo que todo tiene un límite y alguna vez esta sociedad tendrá que pedir perdón por muchas de sus actitudes, hoy tengo un compromiso, me he unido a una campaña contra la pornografía infantil.
Por eso, para llamar la atención incluyo estas palabras: angels, lolitas, boylover, preteens, girllover, childlover, pedoboy, boyboy, fetishboy, feet boy (varias de ellas ni las conocía, gracias a Dios, pero he descubierto que son los palabras usadas para navegar en busca de pornografía infantil). Si has llegado a este blog tecleando algunas de estas palabras en tu navegador, te has equivocado, no vas a encontrar lo que buscas.
Pero aquí te dejo mi opinión y ojalá te sirva leer las palabras de este pobre cura...
Piensa simplemente en lo triste que es arruinar la vida entera de una persona por conseguir un momento de placer sexual. No hagas daño, por favor.
Hoy varios centenares de blog nos unimos contra este mal, contra todo abuso de menores, contra la pornografía infantil... sólo mirar es ser cómplice. No hagas daño, por favor.

martes, 18 de noviembre de 2008

Bella, verdaderamente


Buen cine y diferente.
Prefiero no decir demasiado, mejor que os sorprenda, no hagáis mucho caso de los comentarios. Sólo os digo que da gusto ver películas así, y sin que haya costado un pastón.
De veras que merece la pena ver esta película.

Yo he salido del cine sorprendido, y contento de recibir esa inyección de realidad... desde otro punto de vista.


lunes, 17 de noviembre de 2008

Tentaciones

Otra vez mi mirada furtiva se entretiene con un deseo ilegal -no sé si es ilegal la palabra correcta-. Mi deseo es censurable y lo sé. Pero no puedo evitar entretener mi mirada con esos pájaros que vuelan por delante de mi ventana, los envidio y los deseo.
Yo lo llamo deseo, siempre lo llamo deseo. Yo diría que el deseo duerme en mi pecho, sí, lo diría así. Otra mirada ¿Cómo puedo explicar que es ansiado ese dolor que me causa el azul del cielo cada vez que se clava en mis ojos? Siento el frescor del aire y la brisa que me llama...
Se me escapa un suspiro cada vez que un pájaro atraviesa el viento, cegando por unos momentos, los rayos que el sol me envía, compadecido, para calentar mi pecho. Un último vistazo antes de dejar caer mis párpados. Pero siguen ahí... sé que sus ojos siguen mirándome y clavándose en mis más íntimas envidias.
Y mi suspiro tiembla porque sabe la verdad. Me muerdo los labios deseando morderme el corazón. No soy capaz de llorar.
No quiero volver a mirar, porque esas alas me hacen demasiado daño. Tengo miedo a mirar pero tengo ganas de hacerlo, deseo entretener mis ojos con la belleza que revolotea ante mi ventana, imaginar alas sobre mi cuerpo, aleteando en mí y llevándome a la isla donde los sueños que todos limpiamos se despiertan y estremecen el cuerpo.
Cierro los ojos y miro mi cuerpo, y veo una gris escultura que toma vida, se hace de carne y hueso haciendo latir con demasiada fuerza mi pecho... Toma carne y toma vida y refleja, cuando mira, la oscuridad en la que vivo cada noche en cada uno de sus ojos cóncavos. Y mientras yo la miro, esculpo con mis ojos un nuevo movimiento en ella, un suave, demasiado suave movimiento más.
Revoloteo aquella isla y en montes de azufre abraso mi suspiro, y me acerco deprisa a esas playas que me huyen. Siento mis pies sobre la arena caliente y noto como el viento golpea, araña, acaricia y besa apasionado mi rostro... arranca mi ropa a jirones y mi pecho desnudo deja libre para siempre mi suspiro... suspiro, y grito, y grito con fuerza. Y me arrojo al mar que me empapa, que sacia mi sed, que abraza mi cuerpo y humedece mis pupilas que ya no saben llorar.
Bajo mi mirada, me sereno... duerme, mi deseo poco a poco se apaga, se cansa y apoya su cabeza en los latidos de mi corazón. Mi suspiro es parte de mí.
Hoy he vuelto a resistir al vuelo de las aves y a las alas de mi deseo. Ahora que duermo, vuelvo a tenerlo claro... no voy a poder volar.
Al fin y al cabo, no soy más que una escultura ante una ventana.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Más sobre mí y este blog


Es curioso, esto del blog me ha dado mucho que pensar en estos días.
Primero, me han animado con unas pocas visitas que he recibido y algunos comentarios que de nuevo os agradezco. De veras gracias, no creí que en pocos días pudiese recibir tantas visitas y tantos mensajes de ánimo. Espero que algo os sirva.
Pero bueno, ánimos aparte, me preguntaba si seré capaz de mantenerme fiel en todo esto (ya he dicho que en ciertas cosas -como ésta- mi perseverancia es escasa); y me preguntaba qué puedo aportar yo a esta blogosfera; y sobre todo, si merecerá la pena mi esfuerzo y tiempo al escribir y el vuestro al leerme...
Así que, dudoso, me puse a rebuscar entre mis escritos... desde mi infancia, mi adolescencia, mis años en el seminario y hasta hoy... y me he sorprendido, la verdad, no sabía que era tan prolífico.
Voy a ir recuperando lo que me parezca más interesante... y así me será más fácil perseverar en esta nueva aventura. Y lo mezclaré todo con lo que pueda comentaros en cada momento, de la actualidad, de mis preocupaciones o lo que sea.
Hay de todo ­­­­­-aviso que hay de todo-, no esperéis sólo temitas religiosos (que por cierto, creo que no son mi fuerte), aunque reconozco que Dios suele salir siempre por algún sitio (es lo que tiene...). Tengo dramas, cuentos, poemas, ensayitos, ideas, preguntas y bromas... ya digo, de todo... son mis intuiciones al fin y al cabo.
Siempre he sido tímido para dar a conocer mi interior. Muchos se sorprenderán de esa afirmación. Los pocos que me conocen saben que es cierto. Voy a intentar hacer de tripas corazón y mostrarlo todo. Sacaré del baúl lo nuevo y lo viejo, os ofreceré desde mis poemas de adolescencia (tranquilos que los “remozaré”) hasta las ideas más preocupadas de hoy.
A muchos, mis cosas, les parecerán raras; a algunos les pueden resultar curiosas y a alguien incluso, molestas... (seguro que a alguno hasta le gustan). Para mí simplemente son las intuiciones de mucho tiempo y de hoy, sin renunciar a ninguna, porque son las que me hacen (y me han hecho) ser quien soy...
Todo lo que os vaya ofreciendo forma parte de mí, son mis intuiciones... a partir de lo que no siempre tengo oportunidad de decir, de lo que no puedo contar a menudo, o también de lo que hablo siempre, dependerá del día.
Gracias por vuestro ánimo y por hacerme sacar del baúl lo nuevo y lo viejo.
Y preparaos, que estoy lanzado...

jueves, 6 de noviembre de 2008

¿Porqué me gusta USA?

Tal vez por mis años en Rota y haber tenido siempre contacto con los americanos o tal vez sólo por llevar la contraria al mundo (una manía mía...) siempre he tendido a defenderlos -a pesar de conocerlos-.
Pero no tengo ánimo de entrar en política... así que simplemente os propongo una idea. ¿Os gusta el cine? ¿Sabéis de esos discursitos finales de las películas americanas? Imaginad.

Imaginad por ejemplo el de un negro que llega a presidente:
Si todavía queda alguien por ahí que aún duda de que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible, esta noche es su respuesta. Es la respuesta que condujo a aquellos que durante tanto tiempo han sido aconsejados a ser escépticos y temerosos y dudosos sobre lo que podemos lograr, a poner manos al arco de la Historia y torcerlo una vez más hacia la esperanza en un día mejor.

Y mientras, el de un viejito blanco que no ha ganado las elecciones:
Lo logró al inspirar la esperanza de muchos millones de estadounidenses que una vez creyeron equivocadamente que tenían poco que jugarse o que tenían poca influencia en la elección de un presidente estadounidense, y ello es algo que admiro profundamente y lo elogio por lograrlo.

Y dice el presidente electo:
Así que hagamos un llamamiento a un nuevo espíritu del patriotismo, de responsabilidad, en que cada uno echa una mano y trabaja más y se preocupa no sólo de nosotros mismos sino el uno del otro.
En este país, avanzamos o fracasamos como una sola nación, como un solo pueblo. Resistamos la tentación de recaer en el partidismo y mezquindad e inmadurez que han intoxicado nuestra vida política desde hace tanto tiempo.

Y el candidato que no ha ganado:
Estos son tiempos difíciles para nuestro país, y le prometo esta noche que haré todo lo posible para ayudarle a liderarnos en los muchos desafíos que enfrentamos.
Los estadounidenses nunca abandonamos, nunca nos rendimos. Nunca nos escondemos de la historia, hacemos historia.

Otra vez el presidente negro:
Estos son nuestros tiempos, para dar empleo a nuestro pueblo y abrir las puertas de la oportunidad para nuestros pequeños; para restaurar la prosperidad y fomentar la causa de la paz; para recuperar el sueño americano y reafirmar esa verdad fundamental, que, de muchos, somos uno; que mientras respiremos tenemos esperanza.

Y el senador viejito:
Le deseo al hombre que era mi oponente y que será mi presidente que Dios le ilumine, y pido a todos los estadounidenses como he hecho con frecuencia en esta campaña que no se desesperen frente a nuestras dificultades actuales, sino que siempre crean en la promesa y la grandeza de Estados Unidos porque nada es inevitable aquí.

El presidente va concluyendo:
Y donde nos encontramos con escepticismo y dudas y aquellos que nos dicen que no podemos, contestaremos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: Sí podemos (como “el España” en la Eurocopa -el añadido es mío-).

Y los dos discursos terminan igual, a coro:
Gracias.
Que Dios os bendiga.
Y que Dios bendiga
a los Estados Unidos de América.

Así me gusta... sí, señor... no me digáis que no hay algo que nos gusta a todos hasta en las “americanadas”, si, tal vez, incluso podríamos aprender algo.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Soy un freaky

Quien no se haya emocionado al oír al Maestro Yoda decir a Luke Skywalker "que la fuerza te acompañe", quien se quede frío y no sienta nada ante esas palabras, posiblemente no puede comprenderme.
Lo reconozco, soy de los que desde siempre han vibrado con La Guerra de las Galaxias (ahora Star Wars), de los que lloró cuando pudo ver en el cine el “Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana” cuando remasterizaron las películas y aún tengo el cartel de la película sobre mi cama en mi dormitorio.
Aún más pequeño devoraba los comics del Hombre Araña (hoy Spiderman) y la Patrulla X (hoy X-Men). Fui pionero jugando a las Magic (¿dónde guardaría yo mi primer mazo?) y al rol (estar en Rota tenía sus ventajas al respecto).
Soy de los que cuando tenía quince años, ya se movía por la Tierra Media como si fuera su barrio. Tenía por costumbre investigar dónde colocaban los libros de Tolkien en las librerías cuando eso tenía su mérito, porque no estaban nunca entre los más vendidos. Tuve la suerte de descifrar por mí mismo y con mi esfuerzo los secretos del Anillo de Poder... Yo de hecho, sé quién es Tom Bombadil y porqué Mithrandir (ese es Gandalf) lleva un anillo al final de la peli.
Pero no sólo he sido siempre un freaky con estas cosas. También fui freaky en la caída del muro de Berlín, aunque entonces esa palabra no se usaba, así que digamos que viví con entusiasmo el acontecimiento y todo lo que lo rodeó. Descubrí entonces The Wall como mi album favorito (¡entre otros mil, creo!) y me hice freaky de Pink Floyd y de los Beatles, hasta creo que aprendí inglés para comprender sus canciones y de paso me hice amigo de Nirvana y lloré mucho cuando Kurt Covain se pegó el tiro... (al menos me quedaron los Héroes del Silencio y Mecano -vaya mezcla-).
Aún me sé de memoria algunos de los poemas de Cyrano de Bergerac... Para colmo soy scout (que eso es siempre ser un freaky).

Creo que podría seguir demasiado tiempo, y tal vez alguno ya se habrá perdido y no sabrá ni de lo que estoy hablando. En inglés, un freak tiene distintos significados, puede ser una persona muy interesada en un tema en particular (así soy yo con muchas cosas); o una persona considerada inusual por su forma de comportarse, aspecto o pensamiento (eso también lo soy, anda que no).
Esto es por tanto una especie de aclaración y declaración de orgullo. Soy un freaky, sí (o friqui, o friky o como queráis escribirlo). Hay malas lenguas que dicen que no visto de negro por ser cura, sino que me hice cura para vestir de negro... no es para tanto. Aunque a veces pienso que hasta en la fe soy un poco freaky, porque al fin y al cabo se trata de hacer que el propio mundo gire en torno a aquello que gusta, que entusiasma, que arrebata, aquello que nos hace vestir, hablar, comportarnos de un modo determinado... así que, ya me dirán ustedes si no tengo motivos para pensarlo.
No quiero presumir de raro, pero sí de entusiasmado, de freaky en el sentido más precioso. Soy de los que ponen sus cinco sentidos (y a veces hasta el sentido común) en su juego, en su afición, en su devoción... que es capaz de comprometerse con aquello que le gusta, que le mueve el corazón y que llega incluso a transformar el mundo que le rodea, en el mundo que quiere vivir...
Pues ahí me tenéis... para que me conozcáis mejor y no os asustéis con lo que os puede venir en este blog.
Soy un freaky, y de los peores, de los que están orgullosos de serlo.
Ya lo iréis viendo.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Sobre la muerte

Este domingo conmemoramos a todos los difuntos, y mejor que una reflexión sobre la muerte, quiero compartir con vosotros una oración que me conmueve. Es una carta encontrada en el bolsillo de la chaqueta de un soldado ruso en la II Guerra Mundial, compuesta poco antes de una batalla crucial contra el ejército nazi.

Es real y su sencillez es lo más conmovedor. A ver si os sirve como a mí...




¡Escucha, oh Dios!

En mi vida no he hablado ni una sola vez contigo, pero hoy me vienen ganas de hacer fiesta.

Desde pequeño me han dicho siempre que Tú no existes... Y yo, como un idiota, lo he creído.

Nunca he contemplado tus obras, pero esta noche he visto desde el cráter de una granada el cielo lleno de estrellas y he quedado fascinado por su resplandor.
En ese instante he comprendido qué terrible es el engaño...

No sé, oh dios, si me darás tu mano, pero te digo que creo que Tú me entiendes... porque ¿no es algo raro que en medio de un espantoso infierno se me haya aparecido la luz y te haya descubierto? No tengo nada más que decirte. Me siento feliz, pues te he conocido.

A medianoche tenemos que atacar, pero no tengo miedo, Tú nos ves.

¡Han dado la señal! Me tengo que ir. ¡Qué bien se estaba contigo!

Quiero decirte, y Tú lo sabes, que la batalla será dura: quizá esta noche vaya a tocar a tu puerta. Y si bien hasta ahora no he sido tu amigo, cuando vaya, ¿me dejarás entrar?

Pero, ¿qué me pasa? ¿Lloro? Dios mío, mira lo que me ha pasado.
Sólo ahora he comenzado a ver con claridad...
Dios mío, me voy... será difícil regresar.
Pero qué raro, ahora la muerte no me da miedo.



El soldado Aleksander Zacepa, perdió la vida en esa batalla...
¿o la encontró?