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martes, 31 de marzo de 2009

Haciendo memoria (II de 3)

Hay quien se empeña en decir que la Iglesia tiene que adaptarse a los tiempos y a la sociedad. Es algo que escucho muy habitualmente, entonces me gusta recordar que durante algunos siglos, lo hizo.
Durante la Edad Media, la Iglesia se adaptó tanto con la sociedad en la que vivía que se apartó del Evangelio. Evidentemente hay un episodio especialmente oscuro en la historia de la Iglesia, es la Inquisición. No voy a silenciarlo. Es cierto que en torno a la Inquisición hay también mucha leyenda negra, pero no es cuestión de justificar nada. Ante una página tan oscura de nuestra historia sólo nos queda pedir perdón (con lo que significa para un cristiano pedir perdón –examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de enmienda…– . Sólo puedo traer la oración del papa Juan Pablo II, que oraba:

«Señor, Dios de todos los hombres, en algunas épocas de la historia los cristianos a veces han transigido con métodos de intolerancia y no han seguido el gran mandamiento del amor, desfigurando así el rostro de la Iglesia, tu Esposa. Ten misericordia de tus hijos pecadores y acepta nuestro propósito de buscar y promover la verdad en la dulzura de la caridad, conscientes de que la verdad sólo se impone con la fuerza de la verdad misma. Por Cristo nuestro Señor».

Sin embargo, al mismo tiempo que ese triste episodio sucedía, la Iglesia se mantenía firme en su lucha por la dignidad y la vida humana, aunque lo hiciese a través de sus obras. Recordemos por ejemplo la creación y el desarrollo de algo tan esencial hoy en día como son los hospitales (fruto del trabajo de la Iglesia en su preocupación por los enfermos y especialmente los más pobres). Igual se puede decir de las hospederías y los asilos. Cuántos son los ejemplos de grandes hombres de la Iglesia en medio de tanta corrupción desviviéndose por los demás.
Lo mismo ocurrirá cuando en el siglo XIX se empeñe en la universalización de la alfabetización y la cultura, creando y extendiendo la enseñanza a todas las clases sociales...

La Iglesia se tomó a pecho, y defendió arduamente -también en contra de la sociedad de entonces- los derechos de todos los hombres. Se puede ver, por ejemplo, el servicio que prestó a los pueblos americanos el sistema de las reducciones de los jesuítas, que acabaron siendo expulsados por el interés de los gobiernos a quienes no convenía el servicio que prestaban a aquellas gentes. Impresiona ya en el siglo XVI, la claridad de la doctrina eclesial en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas (sirvan como ejemplo los clarísimos alegatos de Fray Bartolomé de las Casas en América) y que permitieron leyes de libertad y tutela, primero de los indios y luego de los negros. ¡Qué distinta fue la conquista del Norte de América, sin la Iglesia Católica defendiendo a los pueblos indígenas y la liberación de los esclavos traídos de África!

Creo que es necesario recordar que se debe a la Iglesia el desarrollo de teorías como el derecho internacional (leanse los textos de Fray Francisco de Vitoria en ese mismo siglo XVI), que ahora parece presentarse como una posible solución a muchos problemas. En aquel siglo, la Orden de Predicadores ya defendía claramente la dignidad y los problemas morales de la condición humana como el eje en torno al que debía orientarse toda política.

Son ejemplos de una lucha continua, contra el mal en el mundo, y en nuestras propias filas. Pero la defensa de la dignidad humana siempre ha estado presente.

lunes, 30 de marzo de 2009

Haciendo memoria (I de 3)

Una visitante del blog, me comentaba: "Durante miles de años el ser humano ha sufrido grandísimas aversiones que han atentado contra su vida y su dignidad. No recuerdo que la Iglesia se manifestara contra otras injusticias de una manera tan decidida. Ahora lo hace contra el aborto y se manifiesta por la vida, bueno, mejor tarde que nunca".
Aunque ya di una breve respuesta, creo que aún habría mucho que decir, por eso pensé en escribir una entrada sobre todo porque la historia puede demostrar bien lo contrario... (al final he escrito tres, y qué conste que he reducido todo lo posible).


Tal vez muchos no recordarán la posición de la Iglesia contra otras injusticias a lo largo de los siglos, pero sobre todo porque nuestra memoria es corta.

Podríamos empezar recordando las denuncias de Jesús a los fariseos, el perdón a la adúltera, y la defensa de cada ser humano de los primeros escritos de la Iglesia, afirmando incluso la igual dignidad de esclavos o libres (1Pe 2,18-19; 1Cor 7,20-24; Gál 3,26-28). El compromiso de la Iglesia por la justicia ha permanecido desde entonces.
La primera comunidad cristiana, por ejemplo, establecida ya en Roma, se negaba a someterse absolutamente al poder del Emperador romano y de ahí muchos de sus problemas. Los cristianos denunciaron las matanzas militares y los abusos de las tropas imperiales romanas, negándose a participar en ellas. También denunciaban el escándalo del circo y se retiraban de tan infame espectáculo, que llegó a estar totalmente prohibido para los cristianos (es curioso como habla de ello Agustín de Hipona en sus Confesiones). Ya entonces los intelectuales del Imperio acusaban al Cristianismo de ser una doctrina absurda e impensable y se burlaban de esos criterios.

Muchos cristianos murieron en las diez persecuciones de emperadores contra aquella primera Iglesia. Podríamos recordar, por ejemplo, a Lorenzo, repartiéndolo todo entre los pobres de Roma y presentándolos ante el emperador como los "tesoros de la Iglesia" –¡qué chulo que era mi santo patrón!)– (murió en una parrilla); o a Valentín, martirizado por defender el derecho de los soldados romanos a formar familia (de ahí que sea patrón de los enamorados); o a Ambrosio, prohibiendo al emperador Teodosio entrar en la Iglesia por ordenar una matanza en Tesalónica...
También podemos leer los textos de los Santos Padres, de Juan Crisóstomo o de Basilio defendiendo la dignidad de los pobres y la igualdad de todos los hombres. Destaco sólo una de sus admoniciones:

"¿Quieres honrar el cuerpo de Cristo? No lo abandones si se encuentra desnudo. No le rindas honores aquí, en el templo, para después descuidarlo ahí afuera, donde sufre a causa del frío y la desnudez".

Crisóstomo, denostado por la alta sociedad, fue mandado al destierro, su discurso ya entonces era incómodo.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Nueve meses

Hoy es 25 de Marzo. Faltan nueve meses para que María dé a luz a su Hijo... y por eso la Iglesia celebra la Encarnación del Señor. Hoy recordamos que Dios también estuvo en el seno de su madre.
Sin necesidad de ser cristianos, el mundo entero celebra hoy el día del niño no nacido.
Hoy pienso en tantos niños que aún tienen que nacer... si les dejamos. Y he recordado esta letra que me encanta y me habla de ellos.
No sé la intención con que Fito escribió esta canción, pero sí sé que podría ser el grito de muchos niños cuya voz nunca podremos oir.
Felicidades a todos los que ya nacimos, nuestras madres decidieron bien.

Videoclip "Acabo de llegar" del album "Por la boca vive el pez" de Fito y Fitipaldis.

¿Qué te voy a decir?
si yo acabo de llegar
si esto es como el mar
¿quién conoce alguna esquina?
Dejadme nacer
que me tengo que inventar,
para hacerme pez
empecé por las espinas.

Nunca lo escribí en un papel
y nunca lo ha cantado mi voz
y tú ahora me preguntas que hacer
y yo siempre voy detrás del error

miércoles, 18 de marzo de 2009

Otro meme

Hay quién se animó con mis respuestas el meme de las canciones y el de las fotos por mi cumpleaños y me han mandado varios más. Perdonadme si no los hago todos, iré seleccionando los que me parezcan más interesantes y algunos colgaré, ya que tenéis tanto interés en conocerme. Con este se me puede conocer bastante bien, creo.

  • Si yo fuera palabra sería: cura
  • Si yo fuera número sería: 5
  • Si yo fuera un color sería: ¡negro!
  • Si yo fuera animal sería: un toro... (mismo)
  • Si yo fuera un elemento sería: el fuego
  • Si yo fuera algo de la casa sería: una estantería
  • Si yo fuera algo del baño sería: espero que cualquier cosa menos el papel higiénico...
  • Si yo fuera un dibujo animado sería: Peter Pan
  • Si yo fuera un deporte sería: el ajedrez (¿sirve?)
  • Si yo fuera un invento sería: uno que se estropease o se arreglase sin motivo
  • Si yo fuera un día de la semana sería: el domingo
  • Si yo fuera bebida sería: café
  • Si yo fuera pájaro sería: un águila
  • Si yo fuera un instrumento musical sería: un piano con los martillos mal puestos
  • Si yo fuera un accidente geográfico sería: el mar
  • Si yo fuera un defecto sería: yo mismo
  • Si yo fuera un idioma sería: el élfico
  • Si yo fuera un insecto sería: no lo sé, pero prometo que NO sería el mosquito que no deja dormir por las noches sobrevolando una y otra vez la oreja
  • Si yo fuera un juego infantil sería: el chicle (que ya casi nadie sabe cuál era, porque lo inventamos y jugamos siempre mis amigos en "Los Pitufos" -mi barrio de Rota-)
  • Si yo fuera un lugar sería: la playa
  • Si yo fuera un monumento sería: uno perdido, no sé... la biblioteca de Alejandría
  • Si yo fuera una fecha sería: 22 de septiembre de 2001
  • Si yo fuera un olor sería: el olor a tierra mojada
  • Si yo fuera un país sería: Italia (seguro que ésta la han acertado todos)
  • Si yo fuera un partido político o un político sería: un cabrón más (jajajajaja)
  • Si yo fuera un personaje histórico sería: alguien que pasó a la historia por casualidad
  • Si yo fuera un recuerdo sería: ese recuerdo que no queremos recordar
  • Si yo fuera una parte del cuerpo sería: el corazón queda muy cursi; me gustaría ser los ojos, pero creo que seré más honrado... así que la barriga
  • Si yo fuera un sentimiento sería: la nostalgia
  • Si yo fuera una edad sería: la adolescencia
  • Si yo fuera un ser fantástico sería: ¡genial!
  • Si yo fuera un sonido sería: un ruido
  • Si yo fuera un planeta sería: el del Principito
  • Si yo fuera una comida sería: una causa de indigestión
  • Si yo fuera un sentido sería: el tacto
  • Si yo fuera una canción sería: una instrumental (para que cada uno pudiese interpretarme a su manera y que cada vez dijese algo distinto a quien me escuchase)
  • Si yo fuera una fruta sería: pfff... ni idea
  • Si yo fuera una cosa sería: un libro
  • Si yo fuera un pecado sería: la soberbia
  • Si yo fuera una figura geométrica sería: un triángulo equilátero de 26 cm. de perímetro, por ejemplo (a ver quién es capaz de comprender esta respuesta... quien lo haga se dará cuenta de cuánta razón llevo).
  • Si yo fuera una flor sería: un capullo (jajajaja)
  • Si yo fuera una frase sería: ... (son puntos suspensivos, por si alguien no lo comprende)
  • Si yo fuera una hora del día sería: depende del día, pero creo que alguna entre la caída del sol y su salida.
  • Si yo fuera una obra de arte sería: el "caminante sobre un mar de niebla" de Friedrich (o a lo mejor el "monje ante la orilla del mar")
  • Si yo fuera una película sería: Cyrano de Bergerac
  • Si yo fuera una prenda de vestir sería: esa tan vieja pero con la que estamos tan cómodos y que nos negamos a tirar a pesar de la insistencia de todos a nuestro alrededor.
  • Si yo fuera una virtud sería: casi increíble... jajajaja
  • Si yo fuera un mes sería: febrero, sin duda

martes, 10 de marzo de 2009

De buenos y malos IV (esta vez un libro)

Sigo reflexionando sobre buenos y malos... incluso en algunos comentarios se ha prolongado la discusión sobre el tema, y me parece importante seguir dándole vueltas. Quiero hacerlo hoy compartiendo la intuición que sembró en mí un libro que me conquistó hace muchos años.
Los miserables es una novela monumental (en todos los sentidos), publicada en 1862. Víctor Hugo se empeñó, según sus palabras, en «escribir el poema de la conciencia humana, aunque no fuera mas que la de un solo hombre, seria como confundir todas las epopeyas en una epopeya superior y definitiva». Es una historia de buenos y malos, ciertamente, pero precisamente en esa historia queda claro, que no siempre los buenos son buenos, ni los malos son malos.
Sobre ella se han hecho películas, musicales, y en ella se han inspirados decenas de escritores para obras posteriores.

Los «miserables» son los maltratados por la justicia, los que sufren presidio, persecución, extorsión, o son mordidos a dentelladas por la pobreza. A veces pueden quedarse encerrados en esa espiral de oscuridad, de maldad, pero también tienen la oportunidad de redimirse en el bien.
Jean Valjean, es un presidiario que encuentra asilo en casa del obispo Myriel, que ve en Dios misericordia y en el pecado posibilidad de redención y que con su acogida, perdón y cariño consigue convertirle en una persona honrada. "Jean Valjean, hermano mío, -le dice- vos no pertene­céis al mal, sino al bien. Yo compro vuestra alma; yo la libro de las negras ideas y del espíritu de perdición, y la consagro a Dios".
Valjean cambia su vida, su historia y se convierte en un modelo para la sociedad, perdona, ayuda, se preocupa, bondadoso, valiente, generoso y leal dentro de su personalidad independiente, un auténtico héroe cristiano.. Pero la sociedad no le perdona su pasado. Se ve obligado a cambiar varias veces de nombre, es apresado, se fuga y reaparece de nuevo, luchando contra la miseria y la injusticia.
Frente a él Javert es un símbolo del orden social, pero a veces inhumano. Representa con honradez al bien y a la justicia. Sin embargo es repugnante, no tanto porque sea virtuoso o incorruptible, como porque es la justicia ciega, que toma la ley al pie de la letra.
Hace años que leí esta obra gigantesca y volver a recorrer sus páginas cuando escribo esta entrada renueva en mí los mismos sentimientos de entonces... pero no voy a explicar nada más, el que quiera, que la lea.

Seguro que muchos podréis reflexionar conmigo sobre todos los aspectos que aparecen en esta obra... la sociedad y la ley frente la conciencia; el error frente a la rectificación; la historia frente a la voluntad; la honradez frente a la vergüenza; el amor frente a la deshumanización; el perdón frente al ajusticiamiento... la justicia frente a la justicia.

sábado, 7 de marzo de 2009

Un discurso valiente y olvidado

El pasado 7 de mayo de 2008, el fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez subió a recoger uno de tantos premios, el Ortega y Gasset que otorga el diario El País, ante la asistencia de un concurrido público, entre ellos estaban el presidente del Senado, la vicepresidenta del gobierno y varios ministros, además de todos los demás medios de prensa. El discurso de Gervasio Sánchez, olvidado de toda la prensa (tal vez no gustó demasiado), merece ser conocido.

La foto premiada. Sofia Elface Fumo, con su hija Alia


Estimados miembros del jurado, señoras y señores:

Es para mí un gran honor recibir el Premio “Ortega y Gasset” de Fotografía, convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.
Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.
No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto “Vidas Minadas”, al que pertenece la fotografía premiada, tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.

Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.
Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad.Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.
Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película “Cuentos de la luna pálida” de Kenji Mizoguchi.
Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de las minas y al desminado.
Es verdad que todos los gobiernos españoles, desde el inicio de la transición, encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.
Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabricamos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo, y que me avergüenzo de mis representantes políticos.
Pero como Martin Luther King, me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.
Muchas gracias.

lunes, 2 de marzo de 2009

El alfarero

Hemos comenzado la Cuaresma.
Para los cristianos es un tiempo especial. Son los cuarenta días en que nos preparamos interiormente para la celebración más importante de nuestro año litúrgico: la Pascua de la Resurrección del Señor Jesús.
Creo que este video puede servirnos para pensar en lo que podríamos intentar en esta cuaresma...
A los que no seais creyentes, o cristianos, o no queráis aprovechar la cuaresma también os puede servir, porque no es confesional, tal vez puede ser simplemente una reflexión sobre nuestro modo de hacer en la vida.
Que lo disfrutéis, merece la pena.
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Cortometraje animado creado por Josh Burton como proyecto de tesis en Savannah College of Art and Design.