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viernes, 23 de septiembre de 2011

Pensando en mi suerte (a raiz de mi aniversario); o Soy un Jedi

Siempre soñé con ser un Jedi. Ya sabéis qu siempre he soñado con esa maravillosa "teología" de la Guerra de las Galaxias, con un mundo íntimamente unido por medio de la Fuerza, un mundo en mis manos... la vida de todos interrelacionada... los malos malos, que eran buenos antes de ser malos... y que acaban siendo buenos redimidos por el amor.
Siempre soñé con ser un Jedi y consagrar mi vida a la Fuerza, con servir al universo...



Y soy un Jedi.
¿Y si a la Fuerza la confundimos con el Amor de Dios que nos une a todos, que interrelaciona nuestras vidas, que hace de todos, mis hermanos?. Tal vez resulta que Dios ha puesto la Fuerza en mis manos, y que yo tengo que ver en que los demás puedan o no ser felices, igual que los demás tienen que ver conmigo.
¿Y si los malos no siempre fueron malos y los buenos pueden ser malos... o los malos, buenos... y ser redimidos por el amor?.
Soy un Jedi.
Pongamos un ejemplo, yo soy célibe, como los Jedi... sé que a muchos les chirriarán los oídos con mis palabras, pero no pretendo hacer ahora un tratado sobre el celibato... no se escandalice nadie, evidentemente el fundamento del celibato no está en la Guerra de las Galaxias. Estoy firmemente convencido del valor del celibato... y soy feliz viviéndolo, también asumiendo la parte de renuncia y de cruz que conlleva, y también confiado en Dios por la parte de don y regalo que conlleva. Pero hoy me dio por pensar en ello... soy célibe, como los Jedi.
Soñé con dedicar mi vida entera a cambiar el mundo... y eso es lo que intento hacer. Soñé con ser un enemigo acérrimo del mal... y a eso me dedico. Soñé con vivir consagrado al bien del universo, soñé con dedicarme en exclusiva al bien de la galaxia... y soy sacerdote.
Recuerdo que una de las cosas que más influyó en mi decisión de ser sacerdote fue el valor del celibato... dar mi vida entera para Dios me resultaba romántico, encantador, radical... darlo todo por Dios y para vivir para los demás. Por supuesto, la familia tiene un gran valor en mi vida -mucho más habiendo tenido una maravillosa familia- peor en un momento determinado tuve que preguntarme si formando una podría dedicar mi vida entera a lo que quería y como quería... y pensé que no, y sentí la necesidad de hacer que toda mi persona fuera para Dios, completa, sin guardarme nada para nadie... todo de Dios y todo de todos...
Al fin y al cabo era -y sigue siendo- un sueño que quería hacer realidad, el de vivir todo para Dios y sólo para Dios... el de vivir sabiendo que no hay nada más importante que la voluntad de Dios y que puedo dedicar mi vida a transmitir a todos el amor de Dios... la Fuerza que nos une, la Fuerza que transforma este mundo... la Fuerza que nos hace distintos, la Fuerza que nos habita... la Fuerza del Amor de Dios, la Fuerza del Evangelio de Jesús, la Fuerza del Espíritu de Dios dentro de nosotros...
Qué felicidad... soy un Jedi.
Y como me gusta seguir soñando, me gusta seguir disfrutando de las ilusiones de este precioso mundo, de estos preciosos mundos... de la realidad que no es sólo lo que me rodea, que es un mundo mucho más grande que el mío, pero que al mismo tiempo cabe en mis manos... tengo tanto que ver con tanta gente... Ojalá pueda transmitir a todos que hay un sueño que merece la pena soñar, que hay un sueño que tenemos que hacer realidad, un sueño que hace feliz, que nos hace vivir la realidad como un sueño... el sueño del Evangelio.
Soñé también con tener un sable láser y ¿quién sabe...? Tal vez algún día...

14 cosas que me dicen:

Ana dijo...

Pero si consigues el sable láser, te aconsejo que no lo utilices y que sigas luchando por el bien con las mismas armas que usas ahora: el Amor (con mayúscula, el de Dios).
Enhorabuena por tu sueño hecho realidad!
:)
Que Dios te bendiga!

Susana dijo...

¡Genial! Ahora sí que felicidades. Qué envidia me das desde mi agnosticismo y sin embargo con los mismos objetivos.....solo que sin soporte......¡que te aproveche, que igual algún día tenemos que ir alguno/a a que nos escuches llorar! Y no te hagas con el sable, por favor!!!!!! que no nos gusta nada y ya tienes tus añitos, cura galáctico

Aurora Llavona dijo...

Es el mejor artículo sobre el celibato que he leido, enhorabuena.

Edel dijo...

Me ha encantado tu artículo, creo que sí que eres un verdadero Jedi... Y es bien cierto que muchos malos antes fueron buenos y el sufrimiento les hizo ser como son hoy.
Por otro lado, me alegro de que vivas el celibato con esa ilusión, ojalá la mantengas siempre, aunque para ver según qué comportamientos hipócritas por ahí mejor sería dejarlo opcional ¿no crees?

pato dijo...

No se que decir !

Angelina O. dijo...

Curioso!!
Me he quedado alucinada, que se dice. No sabía yo que un soñador aspirante a Jedi acabara con los hábitos de cura ¡Lo que da de sí una espada láser, Dios mío!

Por cierto, ¿sabes que en simbología esotérica, (arquetipos, Jung, un campo que he investigado bastante)el celibato está relacionado con la espada?
¿Y que la espada de San Jorge venciendo al dragón representa el triunfo de la voluntad sobre las pasiones humanas?
Es decir, que aquél que se vence a sí mismo -se hace dueño de sus pasiones- es digno de portar una espada...

Enhorabuena Lorenzo, y no pienses que es tan raro lo del celibato...

Un fraternal abrazo

Anónimo dijo...

Es cierto:

qué felicidad!,

saludos cordiales.

g

E-migrad@ dijo...

Interesante paralelo el k armaste, Cura.

Ojalá todo marche bien.

Saludos, E-migrad@

David Samayoa dijo...

Bueno, nunca compare a los Jedis con los sacerdotes catolicos, talvez mas con los monjes budistas del templo Shao Lin, ya que eran guerreros pasivos, acudian cuando habia que pelear por la justicia, utilizaban el Chi como si fuera la fuerza, hay dos lados de la fuerza representada con el jin jan, lo del celibato en fin...

Pero bueno, no te quiero quitar tu impulso... A George Lucas se le pudo haber ocurrido con los templarios no? jajajaja...

Saludos...

Apologética dijo...

Hermoso mensaje, buena entrada.
Que la Fuerza te acompañe.

Un cura dijo...

Gracias a todos, no esperaba que mi reflexión despertase tantas opiniones.

Gracias, Ana, por tu felicitación y por el consejo. Dios te bendiga a ti también.

Gracias, Susana, también a ti... cuando necesites llorar con alguien no dudes en contar conmigo. Un saludo.

Eos, gracias, desde luego creo que me tienes en demasiada buena consideración.

Edel, gracias sobre todo por creer que soy un Jedi... lo del celibato opcional no iba a solucionar ninguna hipocresía, el pecado es siempre pecado y el hipócrita será hipócrita siempre, y no creo que rebajar las exigencias sea una buena solución para nada.

Pato, aunque no sepas qué decir, gracias por tu comentario.

Gracias, Angelina O, ya ves... por cierto gracias por esa justificación de mis ganas de tener un sable laser... lo de San Jorge sí lo sabía, pero vamos, que es muy buena excusa la que me has dado; "aquel que se vence a sí mismo es digno de portar una espada...", me gustó.

Gabriela, gracias y saludos.

E-migrad@, sabes que me gustan esas ideas raras. Gracias.

David Samayoa, ya ves... yo creo que un Jedi se parece más a un cura que a un monje Shao Li, no se trata de jin y jan... ya sabes lo que pienso de dividir en dos al mundo. Un saludo y gracias.

Gracias, Apologética. Gran saludo el tuyo.

Música dijo...

Hola Jedi!, acabo de aterrizar en esta galaxia de casualidad, te encontré paseando por el Suicidio de los momentos y has despertado mi curiosidad, y que despertar más rico!, genial tu post, genial el creer, que no dejemos de creer en mejorar esta vida, que es el mejor regalo, la rosa, hay que regalar y cuidarla, las espinas son parte de ella y las curas nos alivian el alma. Más que espada yo veo en tí un báculo a lo Gandalf. Un saludo y enhorabuena rey.

Andy dijo...

Los "jedis" son absolutamente necesarios. El mundo está necesitado de ellos, de su sabiduría, de su amistad, de su valentóa, honestidad...

Necesitamos muchos jedis que esten dispuestos a luchat con todas sus fuerzas contra el lado oscuro que siempre se hace presente.

Fey dijo...

Gracias, pienso que el mundo está necesitado de soñadores, idealistas, gente buena. Cuyo pensamiento aunque duela, por la contaminación alienante de la sociedad, y otras pestes. Trasciende hasta llegar a Dios, y no importa el que dirán, sino la fuerza que identificamos que viene del espíritu santo. Bendiciones.