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domingo, 23 de agosto de 2009

Ayer vi a Pedro

Lo escribí hace mucho, pero sigue siendo una verdad nueva, aunque no sé si alguien será capaz de interpretarlo... es una intuición que comparto... (y me voy unos días de vacaciones, vuelvo pronto... en septiembre).



Ayer volví a ver a Pedro. Sigue siendo feliz. Últimamente lo ha pasado mal. Bastante mal. Pero sigue siendo feliz. Me gustaría conocer su secreto.
Cualquiera sabe. Él es así. Sé lo que dice. Que no tiene más secretos. Pero creo que tiene que haber más. Es que él es así. Qué Dios ni tonterías. Es feliz y punto. Porque él es así (eso ya lo he dicho).
Sí, tiene que haber un secreto. Bostezó. ¡Qué sueño!

miércoles, 19 de agosto de 2009

Cuando crezcas...

"Cada vez que, al crecer, tengas ganas de convertir las cosas equivocadas en cosas justas, recuerda que la primera revolución que hay que realizar es dentro de uno mismo, la primera y la más importante. Luchar por una idea sin tener una idea de uno mismo es una de las cosas más peligrosas que se pueden hacer.
Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su sabia. Raíces y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos.
Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve".

"Donde el corazón te lleve" (Susanna Tamaro)
Dedicado a un amigo, que hace muchos años me dio la lata para que me llevase ese libro (imagino que lo recordará). Aunque no creo que lo leas en estos días, al menos que sepas que me acuerdo de ti en estos momentos. Un abrazo, ánimo y mi oración y bendición.

sábado, 15 de agosto de 2009

La historia de un mantel o de cómo Dios trabaja de forma silenciosa

No es un cuento, sino la historia real de un Sacerdote, al que encomendaron una parroquia en los suburbios de Brooklyn, New York y que me parece realmente una historia digna de compartir y aprender.
Llegó a comienzos de octubre, entusiasmado con su primer nombramiento, aunque consciente de lo difícil de su tarea, porque cuando llegó a la iglesia se encontró un lugar en pésimas condiciones y que requería de mucho trabajo de reparación, antes de poder abrirla al culto.
Se fijó la meta de tener todo listo a tiempo para la Nochebuena. Trabajó arduamente con la comunidad, reparando los bancos, enfoscando las paredes, pintando todo de nuevo, etc., y para el 18 de diciembre ya había concluído con casi todos los trabajos, adelantándose a la meta trazada y preparando la apertura de la Iglesia para la Navidad.
Pero el 19 de diciembre cayó una terrible tempestad que no permitió el acceso durante dos días. El día 21 el sacerdote fue a ver la iglesia asustado y casi lloró lleno de rabia cuando vio que el agua se había filtrado a través del techo, cayendo buena parte de la pared frontal de la Iglesia, exactamente detrás del púlpito, dejando un hueco que empezaba como a la altura de la cabeza.

Entre enfurecido y descorazonado, el sacerdote limpió el desastre en el suelo y no sabiendo qué más hacer sino posponer el servicio de Nochebuena, salió para su casa.

En el camino encontró un pequeño local donde se vendían objetos de segunda mano con fines caritativos, e intentando distraerse de la tragedia de su parroquia decidió entrar. Uno de los artículos que encontró era un hermoso mantel hecho a mano, color hueso, con un trabajo exquisito de aplicaciones, bellos colores y una cruz bordada en el centro. Aquel mantel tenía justamente el tamaño adecuado que podría cubrir el hueco en la pared dañada. Lo compró y regresó a la iglesia corriendo entusiasmado.

Al llegar se cruzó con una mujer mayor iba corriendo tratando de alcanzar el autobús, pero lo perdió. Había comenzado a nevar. El sacerdote la invitó a esperar en la iglesia, donde había calefacción, porque el próximo autobús tardaría cuarenta y cinco minutos más en llegar.
La señora se sentó agradecida en un banco, mientras el sacerdote buscaba una escalera, ganchos, etc., para colocar el mantel como tapiz en la pared.
Aunque no era lo ideal, el sacerdote apenas podía creer que aquel mantel quedase realmente bonito colgado sobre la pared, y cubría todo el hueco, disimulando el estropicio. Contento, se volvió a la mujer que había entrado con él y la descubrió caminando hacia donde él se encontraba. Su cara estaba blanca y preguntó: "Padre, ¿Dónde consiguió usted ese mantel?”.
El padre le explicó cómo lo había comprado. La mujer le pidió que mirase la esquina inferior derecha del mantel para ver si, bordadas allí, estaban las iniciales EGB. Y sí, allí estaban... eran las iniciales de la mujer, que había hecho ese mantel 35 años antes, en Austria.
La mujer apenas podía creerlo, le explicó llorando emocionada, que antes de la Segunda Guerra Mundial, ella y su esposo tenían una posición económica holgada en Austria. Cuando los Nazis llegaron, se vieron en la necesidad de huir para proteger sus intereses y sus vidas. Pero, antes de que ella pudiese huir, fue capturada, enviada a prisión y nunca volvió a saber de su esposo, ni de su hogar.

El sacerdote, la llevó en el coche hasta su casa y se ofreció a regalarle el mantel, pero ella lo rechazó diciéndole que era lo menos que podía hacer después de la amabilidad que él había tenido con ella y que el hecho de encontrarlo había sido ya un regalo y que seguro que podría darle mejor uso.

Así, la Iglesia estaba lista el día de Nochebuena. La Misa fue bellísima, la música y el espíritu que reinaban eran increíbles. La parroquia estaba casi llena. Al terminar, después de ir despidiendo a todos, el sacerdote se fijó en un hombre mayor del vecindario que no se movió del banco donde estaba sentado, en silencio el hombre lloraba.
Se acercó a él para ver qué le ocurría y el anciano le preguntó dónde había obtenido ese mantel que estaba en la pared del frente, porque era idéntico a uno que su esposa había hecho años atrás en Austria. Le relató cómo llegaron los Nazis y cómo se prepararon a huir, pero antes de poder escapar, él había sido arrestado y enviado a prisión. Nunca volvió a ver a su esposa.

El sacerdote emocionado le preguntó si le permitiría llevarlo con él a dar una vuelta. Se dirigieron en coche hacia Staten Island, parando en la misma casa donde había llevado a la mujer tres días antes. Ayudó al hombre a subir los tres pisos de la escalera que conducían al apartamento de la mujer. Llamó a la puerta y presenció el más hermoso encuentro de Navidad que pudo haber imaginado.

La historia la relata el sacerdote, Rob Reid, que simplemente aprendió aquel día que Dios trabaja de forma silenciosa (aunque a veces nos parezca un poco lento -este añadido de la conclusión es mío-).

lunes, 10 de agosto de 2009

Al lío... (otro meme para que me conozca la gente)

Hace tiempo que no respondo un meme de estos que me llegan. Creo que vuelve a ser bueno hablar de mí, para quienes me quieren conocer. El meme de hoy se trata de responder sólo si o no a algunas preguntas, aunque seguro que tendré que matizar las respuestas... al lío.
Os lo regalo por mi santo patrón.

• ¿Tienes un diario? No, lo más parecido son mis exámenes de conciencia (a veces escritos).
• ¿Crees en el amor? Sí, solo el amor es digno de fe
• ¿Sabes cocinar? Sí, y me encanta y me relaja muchísimo.
• ¿Te quieres casar? No, por razones evidentes.
• ¿Te gustan las tormentas? Sí, especialmente si estoy en casita con chimenea o estufita.
• ¿Podrías comer un gusano? Sí, al fin y al cabo como caracoles.
• ¿Te consideras pijo? No, para nada.
• ¿Perdonarías una infidelidad? Si.
• ¿Aprendiste a andar en bicicleta? Sí.
• ¿Te has quedado dormido en público? Sí, incluso a menudo, la última vez la semana pasada en el atrio de la Basílica de San Pablo Extramuros.
• ¿Te atreves a cantar en un karaoke? Sí, para espanto del resto del mundo que no sé porqué protestan tanto.
• ¿Podrías ser vegetariano? No, no podría ni planteármelo.
• ¿Te has pasado una noche bailando sin parar? No, una noche es mucho tiempo, aunque estoy convencido de haberlo logrado casi.
• ¿Has perdido alguna vez tus llaves? No, y espero no perderlas.
• ¿Eres de los que les gusta la Coca Cola? Sí, bastante.
• ¿Tienes carnet de conducir? Sí, y con todos los puntos (creo).
• ¿Te gustaría saber el día de tu muerte? Sí, y poder prepararme y vivirla intensamente.
• ¿Has subido a un helicóptero? Si, pero paradito en tierra.
• ¿Podrías matar a alguien? Ufff... creo que no.
• ¿Aprendiste a nadar? Si, y me gusta.
• ¿Roncas? Sí, Hasta despierto.
• ¿Lloraste en Titanic? No, creo que no.
• ¿Te has emborrachado alguna vez? Sí, aunque hace mucho.
• ¿Olvidaste el cumpleaños de alguien querido? Sí, desgraciadamente es algo que ocurre a menudo... es más, podría decir que alguna vez los recuerdo.
• ¿Te has quedado en blanco en un examen? Sí, en uno horrible de hebreo.
• ¿Has viajado en barco? Sí, varias veces.
• ¿Has dado o recibido una patada en los huevos? De dar no recuerdo, de recibir no quiero recordar, pero creo que no.
• ¿Te han robado la cartera? Sí, o la perdí, no sé.
• ¿Has pasado la noche en un calabozo? No.
• ¿Te has desmayado alguna vez? No, aunque me he mareado muchas.
• ¿Te fuiste sin pagar en algún bar o restaurante? Sí, una vez, pero sin darme cuenta. Volví a pagar al día siguiente.
• ¿Has escrito cartas de amor? Sí, soy muy romántico yo.
• ¿Pagarías por sexo? No, nunca.
• ¿Morirías por amor? Sí ¿Por qué otra cosa merecería la pena morir?

jueves, 6 de agosto de 2009

Cultura

"El cristianismo no teme a la cultura sino a la media cultura. Teme la superficialidad, los eslóganes, las críticas de oídas; pero quien puede hacer la ´crítica de la cultura´ puede volverlo a descubrir o seguir siendo fiel".
JEAN GUITTON – filósofo francés