Subscribe:

Blogroll

jueves, 20 de enero de 2011

Silencio y tentación

Dadme silencio y desafiaré a la noche, (el Mar me juró hace poco que sería capaz). Descansa mi cuerpo en el lecho de Procustro y en él se debate mi alma. Me enseñaron a distinguir el sueño de la realidad, pero nadie me dijo que a veces no entendería las caricias del sueño, nadie me dijo que soñar me sería tan agradable. Nadie me dijo que mis sueños besarían mi pecho y calentarían con sus caricias mi torso frío... Dios no me dijo que mis sueños serían tan fuertes y poderosos.
Dadme silencio y desafiaré a la noche.


Me peleo con Dios. Me gustaría saber porqué me ha dado este aliento mío del que no quiero renegar, porque es mío por más daño que me haga. El rostro de Jano se pinta en mi cara, y pronto no sabré como borrarlo.
Pienso que el silencio me ayudará a volver a dormir en mí ese verbo impronunciable. Escondo mi voz, envuelta en el paño del secreto para que nadie pueda hacerle daño y a nadie pueda hacer daño. Y no sé si por cariño o por temor, mando al mundo callar... que no se despierte mi criatura. Pero siempre un sonido, un grito, una palabra, un gemido de fuego derrite el hielo que congela mi voz callada, mi voz que está empeñada en gritar, y pronto no sabré cómo callarla.
Me intriga una cosa... ¿Porqué reniego del Dios que me la ha clavado y no de la espina que llevo clavada? Mi espina está tan clavada que es parte de mí, sin ella, tal vez ya no sabría vivir. Ya hace tiempo que llevo el rostro de Jano dibujado en mi cara, sólo que hasta ahora no me había dado cuenta. Amo mi dolor aunque me hace llorar -cuando puedo hacerlo-.
Mi lecho es demasiado pequeño. Mi voz se despierta, no se resigna a dormir en el pecho de un poeta, se resiste y grita y su música revienta las notas que sólo yo, como un piano desafinado, me empeño en seguir reteniendo, imbécil de mí, sin saber que es imposible guardar dentro una tempestad tan grande. Me peleo con Dios y no maldigo este deseo maldito que él me ha dejado escribir. Algún día le agradeceré a Dios mi voz y mi grito, de momento el Procustro incómodo que llevo en mí sigue renegando.
Mi faz bifronte penetra en la sonrisa y el latido de mi pecho cambia de entonación... y aunque calle, sonríe mi Jano sabiendo que algún día, no sé cuándo, ni si será pronto o tarde, se volverá a despertar el poema insomne de mi interior, de la cara oculta de mi luna (la que guardo escondida).
Mientras... Sssss... silencio....

miércoles, 12 de enero de 2011

Tristes (y olvidados) aniversarios

Hacía tiempo que no pensaba en aquella serie que comencé hace mucho tiempo, sobre buenos y malos. Hoy recuerdo un pellizco de nuestra historia.

11 de enero de 1933.
Casas Viejas, un pueblo de la provincia de Cádiz que continúa uno de los asentamientos más antiguos de la península ibérica (tampoco eso lo recuerda mucha gente).
Un grupo de anarquistas de la CNT decidió proclamar una revolución comunista libertaria, destituyen al alcalde legítimo y toman el cuartelillo de la Guardia Civil. El gobierno republicano envió fuerzas de la Guardia Civil y de la conocida como "guardia de asalto" que entraron a tiros en el pueblo, incendiando casas y detuvieron a los vecinos, fusilándolos tras juicios sumarísimos.



El escándalo saltó, pero el Gobierno de Manuel Azaña sostuvo una versión oficial en la que todos los fallecidos habían caído en tiroteos con los guardias. Que hubo una lucha en la que perecieron cerca de treinta personas, entre ellas dos guardias civiles y un guardia de asalto. 
Un mes después de la matanza, en la Puerta del Sol de Madrid, el capitán Manuel Rojas porfiaba con el director general de Seguridad, Arturo Menéndez, sobre si éste le había ordenado o no que aplicase la ley de fugas cuando en enero lo había enviado a reprimir la revuelta. Rojas acabó siendo procesado y condenado y jamás dejó de apelar a las órdenes para justificar lo sucedido: nunca quiso asumir el papel de único culpable...

Aquello pasó, hace hoy más de 78 años, y curiosamente, Casas Viejas, que después se llamó Benalup (y hoy se conoce con ambos nombres) parece un pueblo que no quiere recordar pero que al mismo tiempo no puede olvidar. 

Las instituciones no han hecho el más mínimo esfuerzo porque la llama de la memoria permanezca encendida. Algo que en otros lugares sería incomprensible, pero que no tiene aquí nada de sorprendente... A ninguna fuerza política, ni siquiera a las más empeñadas en recuperar memorias históricas, le interesa que Casas Viejas y sus acontecimientos sean recordados (y mucho menos reivindicados).

Tampoco yo quiero ahora nombrar ni a buenos ni a malos, simplemente evoco un aniversario, el de una tragedia, una de tantas donde todos se creyeron buenos y a los demás los creyeron malos... y me pregunto si aprendemos algo.

sábado, 1 de enero de 2011

Take a sad song, and make it better

Tomar una canción triste... 
y (entre todos) hacerla mejor...

Un buen deseo para el año que comienza

¡Feliz y Santo 2011!

 

Hey Jude, don't make it bad
Take a sad song and make it better
Remember to let her into your heart
Then you can start to make it better
Hey Jude, don't be afraid
You were made to go out and get her
The minute you let her under your skin
Then you begin to make it better
And anytime you feel the pain
Hey Jude, refrain
Don't carry the world upon your shoulders
For well you know that it's a fool
Who plays it cool
By making his world a little colder
Hey Jude, don't let me down
You have found her, now go and get her
Remember to let her into your heart
Then you can start to make it better
So let it out and let it in
Hey Jude, begin
You're waiting for someone to perform with
And don't you know that it's just you
Hey Jude, you'll do
The movement you need is on your shoulder
Hey Jude, don't make it bad
Take a sad song and make it better
Remember to let her under your skin
Then you'll begin to make it better.

Oye, Jude, no lo estropees
Coge una canción triste y mejórala
Recuerda que has de hacerle un sitio en tu corazón
Sólo así podrán irte mejor las cosas
Oye, Jude, no tengas miedo
Naciste para hacerla tuya
En cuanto la metas en tu piel
Podrán empezar a irte mejor las cosas
Y cada vez que sientas dolor
Oye, Jude, déjalo
No cargues con el mundo a tus espaldas
Porque sabes muy bien que es de idiotas
Ir de chulo
Haciendo tu mundo un poco más frío
Oye, Jude, no me falles
Ahora que la has encontrado, hazla tuya
Recuerda, oye, Jude, que has de hacerle un sitio en tu corazón
Sólo así podrán irte mejor las cosas
Así pues, déjala a su aire
Oye, Jude, empieza ya
Estás buscando a alguien con quien tocar
¿Y no sabes que eres precisamente tú?
Oye, Jude, lo harás
El movimiento que necesitas está en tus hombros
Oye, Jude, no lo estropees
Coge una canción triste y mejórala
Recuerda que has de meterla en tu piel
Sólo así podrán irte mejor las cosas.