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lunes, 24 de diciembre de 2012

Sobre la mula y el buey y el Papa


San Agustín ha interpretado el significado del pesebre con un razonamiento que en un primer momento parece casi impertinente, pero que, examinado con más atención, contiene en cambio una profunda verdad. El pesebre es donde los animales encuentran su alimento. Sin embargo,ahora yace en el pesebre quien se ha indicado a sí mismo como el verdadero pan bajado del cielo, como el verdadero alimento que el hombre necesita para ser persona humana. Es el alimento que da al hombre la vida verdadera, la vida eterna. El pesebre se convierte de este modo en una referencia a la mesa de Dios, a la que el hombre está invitado para recibir el pan de Dios. En la pobreza del nacimiento de Jesús se perfila la gran realidad en la que se cumple de manera misteriosa la redención de los hombres.

Como se ha dicho, el pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen.En el Evangelio no se hab
la en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías 1,3: «El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende.»


Peter Stuhlmacher hace notar que probablemente también tuvo un cierto influjo la versión griega de Habacuc 3,2: «En medio de dos seres vivientes… serás conocido; cuando haya llegado el tiempo aparecerás». Con los dos seres vivientes se da a entender claramente a los dos querubines sobre la cubierta del Arca de la Alianza que, según el Éxodo (25,18-20), indican y esconden a la vez la misteriosa presencia de Dios. Así, el pesebre sería de algún modo el Arca de la Alianza, en la que Dios, misteriosamente custodiado, está entre los hombres, y ante la cual ha llegado la hora del conocimiento de Dios para «el buey y el asno», para la humanidad compuesta por judíos y gentiles.


En la singular conexión entre Isaías 1,3, Habacuc 3,2, Éxodo 25,18-20 y el pesebre, aparecen por tanto los dos animales como una representación de la humanidad, de por sí desprovista de entendimiento, pero que ante el Niño, ante la humilde aparición de Dios en el establo, llega al conocimiento y, en la pobreza de este nacimiento, recibe la epifanía, que ahora enseña a todos a ver. La iconografía cristiana ha captado ya muy pronto este motivo. Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno. 








Estas son las páginas 76-77-78 del libro de J. Ratzinger, La infancia de Jesús, que tanta polémica despertaron... ¡qué os aprovechen!


Es mi modo de deciros este año: 


¡FELIZ NAVIDAD! 
¡QUE EL NIÑO DIOS, ALIMENTO DE LA HUMANIDAD OS BENDIGA!

martes, 11 de diciembre de 2012

Un zapato en la mano


Antoine Marie Joseph Artaud conocido como Antonin Artaud fue un poeta, escritor, director y actor francés, uno de los propulsores del arte absoluto y o llamado "total". 
Antonin Artaud murió sentado en su cama con un zapato en la mano cuando se disponía a salir de su habitación en el asilo donde vivía.
¿Nadie se ha preguntado, como yo, a dónde iba aquel día...?


lunes, 3 de diciembre de 2012

Casablanca (y IX): De finales que son comienzos (de nuevo)

Cuando me vine a dar cuenta, la entrada que había escrito me valía para ocho, y ahora escribo la última, para despedir el ciclo. 
De lunes a lunes ha sido una gozada pensar tanto sobre Casablanca, y compartir mis intuiciones con todos... y siento que podría seguir dándole vueltas al tema, y que seguirían habiendo entradas. Pero de momento, vale así. Os dejo como última reflexión una única frase, para todo el que quiera subirse al carro... es otra fase de las que, al final de la película, parecen un comienzo...

“Bienvenido a la lucha, esta vez sé que seremos los vencedores”.



domingo, 2 de diciembre de 2012

Casablanca (VIII): De finales felices


Y ya que ayer empezaba hablando de finales... otro detalle es el optimismo suave que se extiende al fondo de este drama con su final agridulce e inimitable, en el que cada personaje nos aparece imprevisible... cada uno tiene que tomar una decisión, en muchos casos dolorosa.
Pero curiosamente, todas sus decisiones están encajadas en la coherencia de los personajes... Renault “moviendose al viento que sopla”, Rick amando hasta sacrificarse por quien ama, Ilsa que forma parte de “un mundo de ideales maravillosos... creyendo que el amor es parte de un ideal”. Lo que a otros les cansa, a mí me impresiona. 
Sigo creyendo en un mundo de ideales y de personas firmes que en toda su debilidad y a pesar de ella, permanecen en el lugar que deben y asumen incluso la tarea más difícil, el sacrificio por un bien mayor...
Tienes que pensar por los dos, por todos nosotros”... es la petición enamorada que desbanca a quien había afirmado por dos veces "Yo no me juego el cuello por nadie" y que se había confesado a Ilsa: Ya no lucho por otra causa más que por la mía propia. La mía es la única causa para mí”.
Ver que el egoísmo puede ser desbancado y que el amor y la virtud acaban uniéndose, es una novedad en nuestra sociedad. Y ver que el sacrificio se abre a una nueva aventura, que no tiene que ser peor, también nos puede enseñar a vivir al máximo.
Creo que no hay un final en la historia del cine que hable tanto de nuevos comienzos, porque realmente supone el comienzo de opciones nuevas y que prometen una vida nueva...
“Quizás sea este un buen momento para empezar”; dirá Rick a Renault.
Así pues sirva el homenaje de estos ocho posts a todas las personas que están dispuestas a empezar de nuevo cada día. Y hoy, que comenzamos el año litúrgico, en este nuevo tiempo de Adviento, que todos nos dispongamos a empezar de nuevo.



Presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad”.



sábado, 1 de diciembre de 2012

Casablanca (VII): De cómo se escribe la historia (o del comienzo del Adviento)


El final de Casablanca, si no lo supiésemos ya, es uno de los finales considerados más imprevisibles de la historia del cine. Cuentan que nadie podía presentirlo, entre otras cosas porque ni siquiera estaba definido cuando comenzó el rodaje de la película, ya que los guiones se escribían y reescribían continuamente. 
Dicen que Bergman no sabía bien de quién tenía que estar enamorada y que Bogart se irritaba por no conocer el desenlace. La película ganó el oscar al mejor guión, a pesar del gran número de escritores involucrados o tal vez precisamente por ello, que desde distintas visiones consiguieron un drama bien encajado y curiosamente optimista, una historia de vidas reales (hay quien las critica porque son demasiado positivas, curioso planteamiento en este mundo que disfruta en la tragedia). 


Pues a mí me encanta que las historias se vayan escribiendo, y que el final feliz sea siempre una esperanza, aunque aún sea un final desconocido.
- ¿Puedo contarte una historia?
- ¿Tiene un final feliz?
- Aún no sé qué final tendrá
- Tal vez se te ocurra mientras la vas contando

Sin complicarme mucho, ahora que comienza el tiempo de Adviento, me parece que esta reflexión encaja perfectamente.
Me gusta ver la complejidad de la historia, y pienso si el mejor guión de nuestras vidas, de nuestras historia, no es precisamente el que vamos escribiendo continuamente... A veces queremos tenerlo todo decidido, de modo claro y concreto, y nos olvidamos de que posiblemente lo mejor de nuestra historia está por venir y que tenemos que dejar a todos los guionistas de nuestra vida -el principal somos cada uno de nosotros- y al Buen Director, que vayan componiendo nuestra vida...
“Sigue siendo una historia sin final”

viernes, 30 de noviembre de 2012

Casablanca (VI): De frases hechas y bien conocidas

Me parece que sobre este tema voy a hablar pronto en otro post, pero entre las reflexiones que me han surgido a partir de Casablanca (y las tres veces que la vi seguida el lunes pasado), me llaman hoy la atención dos frases que me he quedado esperando, las que creo son las dos frases más famosas de Casablanca y que nunca se pronuncian literalmente.
Y es que Rick no dice nunca ni tócala otra vez, Sam”, ni se despide de Ilsa diciendo “siempre nos quedará París”. 
Realmente son frases que tienen su origen en la película, aunque pronunciadas con otras palabras. 



Rick e Ilsa dirán simplemente "Tócala, Sam" (Será Woody Allen, en 1972, quien dirá "Tócala otra vez, Sam" en "Sueños de un seductor", en la que el protagonista recibe consejos para conquistar mujeres de parte de un imaginario Humphrey Bogart).
Y en su despedida, dirá: "Siempre tendremos París". Estas dos frases modificadas me han hecho pensar en que lo importante de nuestra vida no debe estar atado a una letra.
Ojalá en mi vida haya gestos, modos, decisiones firmes que hagan que nuestra actitud sea fácil de reconocer... aunque la frase no sea literal. Algo así es lo que le ocurrió a Casablanca. Ya me gustaría ser tan coherente. Así, tal vez las frases más famosas -aún dichas de otro modo- encajen bien en mi vida.
Al mismo tiempo, que esas frases tan llenas de significado, aparecen las frases más sencillas que hacen de una historia una historia preciosa. Las cosas más pequeñas y más sencillas van marcando nuestras vidas y también en ellas podemos jugarnos nuestra coherencia y nuestra personalidad... una canción, un recuerdo, lo firme de nuestra memoria débil y lo que se abre a la imaginación de los demás, a lo que los otros añaden a nuestro modo de pensar.
No sé quién comprenderá esta reflexión, pero me impresiona ver Casablanca en blanco y negro y comprender el recuerdo en color de Rick:
Los alemanes iban de gris y tú ibas vestida de azul”.


P.D. Volveré a hablar de esto, por si alguien no me sigue... es una intuición nueva, creo.

Casablanca (V): De porqué Rick nunca debió beber con clientes


El comienzo de la película Casablanca nos presenta a Rick como un hombre duro, resentido, metido en una coraza y en un enigma que lo convierten en un hombre libre pero duro, aunque algunos descubrirán en el fondo, a un sentimental... “porque una mujer te hirió quieres vengarte en todo el mundo, eres débil y cobarde”; le dirá Ilsa.


Por eso, Rick nunca bebe con clientes, permanece impasible ante los demás, no quiere problemas y se siente seguro sin implicarse con nadie.
Se resistirá a beber con Ugarte, a tomar nada con quienes le agasajan, ni siquiera con Yvonne, a quien manda a su casa.
Rick permanece aislado y seguro, en su coraza. Pero dentro de él puede que se esconda algo distinto. "Bajo su apariencia de hombre cínico, es usted un sentimental", le espetará Renault. Y bien lo verá Víctor Laszlo que le avisará de que ve en él: "Un hombre que intenta convencerse a sí mismo de algo que no puede creer. Está intentando escapar de sí mismo y nunca lo conseguirá".
Para romper su aislamiento reaparecerá en su vida Ilsa y se sentará a su mesa, vaya se ha establecido un precedente”, se sorprende Renault por dos veces, cuando Rick acepta la invitación de Laszlo y de Ilsa. Y todo empieza a cambiar.
Y Rick empieza a beber con clientes, se sentará en la mesa de Laszlo, se sentará en la mesa con Renault, se sentará en una mesa como uno más...
“Se está convirtiendo usted en su mejor cliente” - le dirá el entrañable Carl, discreto y animoso.

Y sentado a la mesa y bebiendo con clientes, hablará con Annina, una joven búlgara que le hablará de amor, de lo que vale el amor y de como merece la pena sacrificarse por amor, y todo comenzará a cambiar, y a Rick le tiembla la coraza y se compadece de aquella pareja y de su amor,
“Todo el mundo en Casablanca tiene problemas. Verá como todo se soluciona” - responde parcamente Rick ante la historia.
Pero sin embargo acaba ofreciendo su ayuda. Es un chico con suerte”, dice, pero algo hace pensar que no habla de lo que acaba de ganar en la ruleta, sino del amor que disfruta y que Rick envidia... por lo que vale ese amor ha empezado a sacrificar algo de lo suyo.

- ¿Qué tal va la noche? - le pregunta al croupier
- Unos dos mil menos de lo que yo pensaba - le responde con humor. 

Es arriesgado sentarse a la mesa de los demás, es arriesgado entrar en la vida de otros y que otros puedan entrar en tu vida... porque eso puede hacerte cambiar, puede transformarte y puedes acabar afectado y sacrificándote por los demás... 
Pero yo creo que merece la pena dejarse afectar. 


jueves, 29 de noviembre de 2012

Casablanca (IV): De porqué no quiero ser un profesional


Casablanca es una película que enamora. Es una película discutida, con muchas meteduras de pata en la ambientación histórica y algún gazapo épico de continuidad (abrigos secos que estaban mojados, etc...), pero que se ha convertido en un icono del cine que enamora más al aficionado que al crítico y más al cinéfilo que al profesional.
Os decía en el primer post que mi reflexión no sólo brota de la película, sino también de lo que la rodea. Y hoy me llama la atención, como desde lo profesional no siempre se ha reconocido la grandeza de la película.



De hecho, cuentan que en 1982, un periodista, escribió el mismo guión de Casablanca pero usando el título de Todos vienen a Rick’s (el título original de la obra de teatro en que está basada) y cambiando el nombre del archiconocido pianista Sam por Dooley (Dooley Wilson había sido el actor que interpreta este personaje) y lo envió a 217 agencias haciéndolo pasar como el guión de un escritor desconocido. 97 agencias lo devolvieron sin haberlo leído, 7 nunca lo leyeron y 18 copias se habrían reportado como perdidas en el correo. De las 85 agencias que lo leyeron, 38 lo descalificaron, sólo 33 lo reconocieron en términos generales (de las cuales 8 ni cuenta se dieron que era específicamente Casablanca), 3 lo declararon como económicamente viable y una sugirió enviarlo a otra agencia para su transformación en una novela. 

Así que me pregunto cuántas obras maestras dejamos de reconocer cada día a nuestro alrededor... y como otras veces, espero que aprendamos a tener los ojos y los oídos abiertos. 
Yo, por ejemplo, soy sacerdote, pero me aterra la posibilidad de convertirme en un profesional de las cosas de Dios. Es algo que puede pasar demasiado a menudo.
En todas las cosas -aún más en las cosas de Dios-, espero no volverme nunca un profesional ciego a las maravillas que me rodean. 
Quiero seguir disfrutando, incluso en medio de los  fallos y de las pequeñas imperfecciones de cada uno. Al fin y al cabo, como bien dice Ilsa: “En este loco mundo todo puede pasar”

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Casablanca (III): De lo que merece la pena

Ayer os ofrecía un pequeño pensamiento sobre cómo el amor redime. Pero en Casablanca hay un paso previo a esa redención, un paso que me sirve para pensar en cómo puede uno descubrir el amor como la fuerza más grandiosa.

De Casablanca me sigue encantando el corazón noble de los personajes, la búsqueda de una felicidad, en medio de la catástrofe, el dolor del desamor y la fidelidad a la virtud. Me impresiona un drama, donde el bien y el amor surgen en medio de las dificultades y los conflictos.
“El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”.

En el flashback parisino que cuenta la historia de Rick e Ilsa, cuando en medio de la angustia que anuncia la ocupación alemana, ella sólo dice “Quiero que sepas que...” y los dos se besan, como en un anuncio precioso. Una frase de dolor interrumpida por un beso, me parece el signo precioso de ver cómo el bien emerge en medio del mal.

Es posible que fuese propaganda norteamericana para apoyar la intervención de las tropas en África, pero no viene mal seguir recordando el ideal de la lucha por un ideal, de la lucha por la justicia... ¿quién no se emociona cuando el canto de libertad de La Marsellesa que se impone en el café de Rick sobre el canto tirano nazi? Impresiona ver cómo el garito rompe en fiesta por la búsqueda de justicia... (y una magnífica transición a la música de odios, rencores y venganzas en los pasos del oficial alemán que manda cerrar el café). 

Pues sí, da gusto, en estos tiempos volver a recordar ideales capaces de mover una vida, y por los que merece la pena el sacrificio.
En un momento de la película, Rick le pregunta a Laszlo:
"¿Has pensado alguna vez si merece la pena tanto sacrificio por tu causa?"
Es una pregunta actual, una pregunta que muchos ni siquiera se hacen, porque no siempre tenemos una causa, porque no siempre tenemos un ideal. Sin embargo yo sigo pensando que hay muchas cosas que merecen la pena, el amor, la justicia, lo bueno... y por eso merece la pena sacrificarse. No está mal que el cine nos lo recuerde.
Víctor Laszlo le responde:
“No respire y morirá, no combata el mal y morirá el mundo”.


martes, 27 de noviembre de 2012

Casablanca (II): De cómo redime el amor cuando es amor



Bueno, pues el pensamiento sobre Casablanca que os ofrezco hoy es bien simple. Setenta años después, Casablanca, sigue siendo una película para disfrutar, y en mi opinión deja un buen sabor de boca que hace  suspirar porque recoge muy variados sentimientos, cuenta la redención de sus personajes... y tiene un final sorprendente y abierto a la esperanza, un final que se mueve al mismo tiempo a la despedida y a un nuevo comienzo.
Ya sabéis que me gustan las historias de redención y creo que Casablanca lo es, y redención por amor y por sacrificio de uno mismo. Que es una dimensión del amor, que muchas veces olvidamos en nuestro mundo actual.

En un momento uno de los personajes secundarios, la mujer búlgara, con toda la sutileza busca la razón para hacer lo que no quiere hacer, ceder ante la insinuación de Renault (es curioso observar como se presenta en la película la solicitud sexual del capitán a cambio de salvoconductos) para salvar a su marido y a ella misma:
- Si alguien le amase mucho, tanto que no pensase en otra cosa que en que usted fuese feliz, y para eso hiciese algo malo.
- Nadie me ha amado de esa manera - responderá Rick.

Sin embargo, ahí empieza la historia de la redención, cuando él aprenda a amar así, más que a ser amado. Bueno, pues setenta años después, bien nos viene recordar que el amor redime, cuando se recibe y cuando se da. 
Han pasado setenta años, y hoy está poco de moda el amor como entrega, como donación, como sacrificio de uno mismo... pero no nos viene mal recordar que más allá de los sentimientos y más allá del amor que pide una respuesta, el amor es sacrificio de uno mismo por el bien del otro.
“¿La quiere hasta ese punto?”; preguntará a Victor Lazslo, dispuesto a renunciar a su mujer por salvarla... “Sí, la quiero hasta ese punto”.

Toda la película está basada en el conclicto de Rick (Humphrey Bogart), conflicto curioso entre él mismo y los demás, entre el amor y la virtud, entre conseguir su amor o salvarlo... cuando debe elegir entre ayudar a su amada o no a escapar de Casablanca junto a su esposo, uno de los líderes de la resistencia, para que él pueda continuar su lucha contra los nazis. “El amor triunfó sobre la virtud” dirá Renault, que no consigue aún presentir el final... aunque desde el principio había sido capaz de descubrir el fondo de Rick:
“Tenía yo razón, sí que es un sentimental”.
Yo quiero que mis sentimientos sean así, y que mi amor sea siempre entrega, y querer a todos "hasta ese punto".


lunes, 26 de noviembre de 2012

Casablanca. Setenta años después.


Era 26 de noviembre, 1942, en el Teatro Hollywood coincidiendo con la invasión de las tropas aliadas de la costa norte de África y la captura de la ciudad de Casablanca. Se estrenaba una más de las películas que aquel año había proyectado la Warner, basada en una obra de teatro nunca representada. Fue un éxito pero nadie pensaba que Casablanca se convertiría en un clásico del cine de todos los tiempos.
Resulta que hoy hace setenta años de aquello. No soy tan friki en esto, tengo que reconocer que no sabía de este aniversario, pero me he encontrado con que en homenaje un canal de cine ha decidido en homenaje emitir la película durante todo el día. Y para mí ha sido un golpe de suerte que este lunes me he encontrado con una mañanita de descanso que me ha permitido volver a ver la película y disfrutarla (y aunque suene un poco raro, voy a volver a verla en un ratillo, y no sé si lo haré una tercera vez en el día... sí, me gusta como para eso).
De entre todos los lunes, me he encontrado este... y yo lo digo sin la aflicción de Bogart cuando se queja: “De todos los cafés y locales del mundo, aparece en el mío...” Aunque en la evolución (o re-evolución) del personaje, me hace preguntarme cuánto hay de dolor y de esperanza realmente en esa queja.



Pues acaba de terminar la película y me vienen a la cabeza unas pocas de historias que salen de ella o se mueven alrededor de ella y que me gustaría compartir con vosotros. Así que me he puesto a escribir un post, una entrada en homenaje a la película aún a riesgo de meter la pata, pues algunos de mis amigos saben de cine mucho más que yo y bien que lo estudian (sirva el post de guiño y homenaje también a ellos -y prefiero que se descubran nombrados por sí solos... así averiguaré quien lee mi blog).  Setenta años después de su estreno, hoy disfruto al detalle de Casablanca, y más allá de sus características técnicas, de su valor cinematográfico o cinéfilo yo la disfruto en los aspectos más artísticos y en lo que para mí es más importante del arte... lo que me hace pensar, lo que me hace sentir y experimentar.
Y resulta que al ponerme a comentar no me ha salido un post, sino varios, así que tengo para varios días publicando, espero que me disculpéis el atrevimiento. Así, si alguien no la ha visto, tal vez pueda tener en estos días la oportunidad de disfrutarla. 
“¿Porqué tengo la suerte de que vinieras a mí y de haberte encontrado?”
Me llama la atención cuántas frases de Casablanca han pasado a la historia (como muchas escenas que te hacen reconocer la película inmediatamente). Como un atrevimiento dejaré que surjan el color... aunque las luces y las sombras en blanco y negro de la película de  Michael Curtiz se merecerían un juego distinto (hay que ver lo que se pierden los que renuncian al blanco y negro). Espero que los muy entendidos tengáis compasión de este aficionado y espero que mis pobres reflexiones, que son como siempre mis intuiciones os puedan servir para algo... para eso las sigo compartiendo.

Empieza otra vez, así que me voy a verla de nuevo. 
Seguiré escribiendo... y disfrutando entre el “Tal vez mañana volemos en ese avión” y el “Adiós Rick, Dios te bendiga”... que son principio, final y final y principio, y esa es la primera reflexión, que sólo os dejo insinuada, una de las genialidades de la película que bien nos cuenta su canción: “As time goes by”

Debes recordar esto
un beso es sólo un beso, un suspiro es sólo un suspiro.
Las cosas fundamentales suceden
conforme pasa el tiempo.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

El Padre bicileta (y III). Le curé de San Denís.


Os cuento algunas anécdotas para terminar esta trilogía de posts sobre el Padre Bellido, que  tenía una personalidad muy especial y, sobre todo, mucha gracia de la espontánea; sin perder nunca su seriedad; ya que era un sacerdote muy responsable y comprometido. Una vez dijo al Obispo Bellido, compañero suyo de seminario, que si don Rafael era el Bellido Caro, él era el Bellido "barato". Su sensibilidad desconocida se manifiesta en su capacidad artística, por muchos desconocida. Luis Bellido Salguero era un extraordinario pintor, en la línea del gran paisajista José Montenegro Capel, al que imitaba perfectamente, firmando sus cuadros, que solía regalar a sus amistades y bienhechores, con el seudónimo de ‘Le Curé de San Denís’.


Otra de sus características principales fue el gran amor por los pobres, socorriendo generosamente a cuantos acudían en masa a su despacho; repartiendo lo mucho o poco que tenía. Y en época de inicio del curso escolar, tenía un convenio con la Papelería Consistorio, de su amigo Pablo, para que diera los libros de texto a muchos niños de familias que no podían adquirirlos; pasándose luego él para pagarlos.
Es conocido que era un hombre de suerte, tres veces tuvo la suerte en su vida de ser afortunado con premios de loterías y cupones, fortunita que podía haber amasado si no hubiera dilapidado rápidamente (las tres veces) lo que recibía en premios repartiéndolo todo  entre los pobres y su parroquia.

Entregado a su misión apostólica, en cuerpo y alma a todos sus feligreses; sin importarle su posición ni estatus social. Desde el que venía a pedir a su puerta, hasta el señor con más enjundia. A un feligrés, dueño de una bodega, acudía de vez en cuando a pedirle dinero, en momentos en que las limosnas no le llegaban; se tomaba un te con él y se iba más que contento, porque ya podía aliviar los problemas de alguien.

Era tal su delicadeza, que cuando murió su madre y ya vivía completamente solo, una noche tuvo que salir para llevar los últimos auxilios espirituales a un enfermo, olvidándose las llaves; y cuando volvió, ya de madrugada, para no molestar a nadie, se sentó en los escalones de su vivienda, anexa a la iglesia, donde se quedó dormido y allí pasó, en la puerta de la calle, el resto de la noche.

Cada vez que le preguntaban, en sus últimos tiempos, por su precaria salud, decía que siempre estaba dispuesto a partir de este mundo; repitiendo esta frase que evidenciaba su gran fe en Dios : "Cuando El quiera, como El quiera y donde El quiera". Y junto a su fe en Dios, su gran devoción -verdadera pasión- por su Virgen del Mayor Dolor, a la que a sus plantas solía pasar noches enteras en oración.

Ahí veis, esa es la historia de un cura sencillo, normal y corriente, y de los muchos recuerdos que podemos guardar de él. Espero que os haya gustado. A mí me sirve de ejemplo. 

domingo, 18 de noviembre de 2012

El Padre bicicleta (II). Un cura "obrero"


Este es el segundo post que dedico al Padre bicicleta, que ya os presenté, y lo publico hoy, cuando el Obispo ha bendecido e inaugurado una casa nueva en Villaluenga del Rosario, el "Rincón Scout Cura Carlos" que lleva el nombre de otro gran cura de esta diócesis y que servirá para acoger a los scouts en la sierra y para ofrecer una presencia de la Iglesia en aquellos parajes, que sean esas obras para la nueva evangelización, como las muchas obras del Padre bicicleta y este post, sea un homenaje a ambos curas buenos.


El Padre bicicleta en su parroquia de San Dionisio se entregó en cuerpo y alma, tanto a su labor espiritual, como a la restauración del templo. Una obra que duró desde el día de Reyes de 1964, hasta la fiesta de la Inmaculada de 1977. 
En los trece años que duraron aquellas primeras obras de restauración, en las que se acometió la más profunda de las intervenciones, desde los cimientos, al artesonado nuevo, nunca se cerró la iglesia. Decía el buen sacerdote que si se cerraba el templo, jamás se restauraría (hay quien guarda viejas fotografías en la que se ve al cura Bellido diciendo misa, con la iglesia llena de escombros, montones de arena y paraguas abiertos, en días de lluvia).


Para sacar fondos para las obras se las ingeniaba de mil maneras, con carteles en los que aparecía montado en un camión de materiales, vestido con su inseparable sotana. Otras veces compraba cupones y, otras, lotería. Pidiendo y dando sablazos a unos y a otros, especialmente a amigos y feligreses, a los cuales solía ir a buscar incluso a los bares donde paraban, para pedirles dinero para las obras.
Una Semana Santa, cuando el ministro de Educación y Ciencia, Lora Tamayo, jerezano de nacimiento, vino a dar el pregón, al pasar delante del humilladero de San Dionisio, desfilando en la presidencia de una cofradía, don Luis Bellido se acercó a él, pidiéndole respetuosamente que le echara una mano en las obras de su templo; a lo que el ministro le contestó que iglesias en ruinas, había muchas en España; saltando inmediatamente el cura, contestándole que sí, "pero que ministros de Jerez solo hay uno" y, sin más, se marchó dejando plantado al ministro.

De esta época se guardan muchos recuerdos y anécdotas. Tal vez la más divertida fue la de aquel momento en que se denunció a sí mismo ante las autoridades, haciendose fotos con casco y pico y denunciando al cura de San Dionisio por hacer obras en la Iglesia sin ningún estudio ni permiso, lo que provocó la intervención del Ministerio de Cultura que aceleró el proyecto de restauración... eso es ingenio y valor.

lunes, 12 de noviembre de 2012

El padre bicicleta (I)


Sé que suena a mote de película del franquismo, pero era un mote real de un sacerdote real a quien tuve la suerte de conocer.En estos días, por varias veces lo he recordado con algunas personas y he pensado escribir algunas de sus historias, conocidas por todos los jerezanos (por lo menos los antiguos), pero que creo que merece la pena dar a conocer.Es la historia de un cura normal y corriente, con algo de santo, como tantos hay.



Hoy os lo presento, D. Luis Bellido Salguero, jerezano como os digo y de pura cepa, porque nació en pleno centro de Jerez, en el Arroyo, el 1 de noviembre de 1924. Era hijo de un banderillero de la cuadrilla del diestro 'Venturita' (que debía ser un torero muy famoso, yo no tengo ni idea porque como sabéis no soy mucho de esos "espectáculos"), llamado Antonio Bellido Troncoso, más conocido por 'Guerrerito'. Don Luis se ordenó sacerdote el 23 de octubre de 1949, siendo su primer destino la Iglesia Prioral de El Puerto de Santa María, ciudad donde le pusieron el apodo de 'Padre Bicicleta' por ser ese su medio de locomoción, tanto para desplazarse desde Jerez como para circular por las calle de El Puerto; y no por decir la misa más rápido que nadie -que desde luego también lo hacía-, como muchos creían en Jerez. De la Prioral portuense pasaría destinado a la iglesia de la Magdalena de Sevilla. Y luego vino a Jerez, como coadjutor de San Marcos, encargado de las iglesias de San Lucas y de San Juan de los Caballeros. Posteriormente pasaría a su último destino, como párroco del templo del patrón de la ciudad, San Dionisio. Fallecía allí, al pie del cañón, a las cuatro de la tarde del domingo 5 de marzo del año 2000, dejando una vida llena de bien hacer y de buenos recuerdos.

Permitidme algunos posts para recordarlo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Encontrar la vida


Hoy conmemoramos el día de todos los difuntos, y mejor que una reflexión sobre la muerte, quiero compartir con vosotros una oración que me conmueve, ya una vez la compartí en este blog, cuando apenas iniciábamos, ahora quiero recuperarla. Es una carta encontrada en el bolsillo de la chaqueta de un soldado ruso en la II Guerra Mundial, compuesta poco antes de una batalla crucial contra el ejército nazi.
Es real y su sencillez es lo más conmovedor. A ver si os sirve como a mí...


¡Escucha, oh Dios!
En mi vida no he hablado ni una sola vez contigo, pero hoy me vienen ganas de hacer fiesta.
Desde pequeño me han dicho siempre que Tú no existes... Y yo, como un idiota, lo he creído.
Nunca he contemplado tus obras, pero esta noche he visto desde el cráter de una granada el cielo lleno de estrellas y he quedado fascinado por su resplandor.
En ese instante he comprendido qué terrible es el engaño...
No sé, oh dios, si me darás tu mano, pero te digo que creo que Tú me entiendes... porque ¿no es algo raro que en medio de un espantoso infierno se me haya aparecido la luz y te haya descubierto? No tengo nada más que decirte. Me siento feliz, pues te he conocido.
A medianoche tenemos que atacar, pero no tengo miedo, Tú nos ves.
¡Han dado la señal! Me tengo que ir. ¡Qué bien se estaba contigo!
Quiero decirte, y Tú lo sabes, que la batalla será dura: quizá esta noche vaya a tocar a tu puerta. Y si bien hasta ahora no he sido tu amigo, cuando vaya, ¿me dejarás entrar?
Pero, ¿qué me pasa? ¿Lloro? Dios mío, mira lo que me ha pasado.
Sólo ahora he comenzado a ver con claridad...
Dios mío, me voy... será difícil regresar.
Pero qué raro, ahora la muerte no me da miedo.


El soldado Aleksander Zacepa, perdió la vida en esa batalla...
¿o la encontró?

jueves, 1 de noviembre de 2012

Día de todos los Santos



En un mundo cada vez más egoísta...
“¡Felices los pobres en el Espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos!”
En un mundo donde todos escalan pisoteando al otro...
“¡Felices los pacíficos, porque heredarán la tierra!”

En un mundo invadido por el dolor y el sufrimiento...
“¡Felices los tristes, porque serán consolados!”

En un mundo donde cada uno busca su propio interés...
“¡Felices los que tienen hambre y sed de la Justicia,
porque serán saciados!”

En un mundo falto de amor, cariño, perdón, comprensión...
“¡Felices los misericordiosos,
porque encontrarán misericordia!”

En mundo donde todo está hipererotizado, donde abundan las malas intenciones, la utilización de los demás, la falsedad y la mentira...
“¡Felices los que tienen un corazón limpio,
porque ellos verán a Dios!”

En un mundo lleno de rencores, odios, divisiones, violencia, guerras...
“¡Felices los que construyen la paz,
porque serán llamados hijos de Dios!”
En un mundo injusto, donde a muchos se le quita lo que le corresponde, lo que necesitan... y donde muchos callan por cobardía...
“¡Felices los perseguidos a causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los Cielos!”

En un mundo que necesita del testimonio del Amor de Dios, del testimonio de Cristo...
“¡Felices seréis cuando os injurien
y os persigan y os calumnien por mi nombre!”

¡ALEGRAOS Y REGOCIJAOS, SANTOS Y SANTAS DE DIOS!


miércoles, 31 de octubre de 2012

Feliz Cumpleaños



El 31 de octubre de 1512 el Papa Julio II rezó vísperas en la Capilla Sixtina, contemplando por primera vez la bóveda de 1.100 metros cuadrados de frescos que Miguel Ángel pintó a casi 20 metros de altura durante los años 1508 a 1512. Hoy, 31 de octubre de 2012, la Capilla Sixtina ha cumplido 500 años de historia.
El Papa Benedicto XVI ha rezado Vísperas solemnes de Todos los Santos y ha recordado en la efeméride que en aquella capilla se unen la luz de la obra de arte y la luz de Dios... "Aquella luz que con su potencia vence el caos y la obscuridad para donar vida en la creación y en la redención".
Los que hemos disfrutado tantas veces de esa Capilla, de esos frescos y esa bóveda, podemos sentirnos afortunados... y de buena gana le cantaría yo ahora mismo un Cumpleaños Feliz en Gregoriano.
¡Feliz Día de Todos los Santos, por cierto!

viernes, 26 de octubre de 2012

Esto sí que es un discurso


Hoy se conmemora el aniversario de la creación de Naciones Unidas. Desde 1945 hasta hoy, hace sesenta y siete años que se fundaron... no voy a hacer análisis político ni siquiera voy a entrar en un juicio a favor ni en contra, más bien utilizo la fecha como excusa, para ofrecer una reflexión magistral... uno de los mejores discursos que he escuchado nunca. Hace casi cincuenta años Cantinflas, Mario Moreno, en una de sus películas ofrecía esta reflexión ante una asamblea de naciones.


"Me ha tocado en suerte ser último orador, cosa que me da mucho gusto porque, como quien dice, así me los agarro cansados.
Sin embargo, sé que a pesar de la insignificancia de mi país que no tiene poderío militar, ni político, ni económico ni mucho menos atómico, todos ustedes esperan con interés mis palabras ya que de mi voto depende el triunfo de los Verdes o de los Colorados.
Señores Representantes:
Estamos pasando un momento crucial en que la humanidad se enfrenta ante la misma humanidad.
Estamos viviendo un momento histórico en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo.
La opinión mundial está tan profundamente dividida en dos bandos aparentemente irreconciliables, que se ha dado el singular caso, de que sólo un voto.
El voto de un país débil y pequeño pueda hacer que la balanza se cargue de un lado o se cargue de otro lado.
Estamos, como quien dice, ante una gran báscula: con un platillo ocupado por los Verdes y con otro platillo ocupado por los Colorados.
Y ahora llego yo, que soy de peso pluma como quien dice, y según donde yo me coloque, de ese lado seguirá la balanza. ¡Háganme el favor!...
¿No creen ustedes que es mucha responsabilidad para un solo ciudadano? Porque ademas no considero justo que la mitad de la humanidad, sea la que fuere, quede condenada a vivir bajo un régimen político y económico que no es de su agrado, solamente porque un frívolo embajador haya votado, o lo hayan hecho votar, en un sentido o en otro.
Por eso yo, el que les habla, su amigo... yo... no votaré por ninguno de los dos bandos (voces de protesta).
Y yo no votaré por ninguno de los dos bandos debido a tres razones:
Primera, porque, repito que no se sería justo que el sólo voto de un representante, que a lo mejor está enfermo del hígado, decidiera los destinos de cien naciones;
Segunda, porque estoy convencido de que los procedimientos, repito, recalco, los procedimientos de los Colorados son desastrosos (voces de protesta de parte de los Colorados);
¡y Tercera!... porque estoy convencido de que los procedimientos de los Verdes tampoco son de lo más bondadoso que digamos (ahora protestan los Verdes).
Y si no se callan de plano yo ya no sigo, y se van a quedar con la tentación de saber lo que tenía que decirles.
Insisto que hablo de procedimientos y no de ideas ni de doctrinas.
Para mí todas las ideas son respetables aunque sean " ideítas" o "ideotas“ y aunque no esté de acuerdo con ellas.
Lo que piense ese señor, o ese otro señor, o ese señor, o ese de allá de bigotitos que no piensa nada porque ya se nos durmió, eso no impide que todos nosotros seamos muy buenos amigos.
Todos creemos que nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, nuestra manera de pensar y hasta nuestro modito de andar son los mejores; y el chaleco tratamos de imponérselo a los demás y si no los aceptan decimos que son unos tales por cuales y al ratito andamos a la greña.
¿Ustedes creen que eso está bien? Tan fácil que sería la existencia si tan sólo
respetásemos el modo de vivir de cada quien. Hace cien años ya lo dijo una de las figuras más humildes pero más grandes de nuestro continente: "El respeto al derecho ajeno es la paz". Así me gusta... no que me aplaudan, pero sí que reconozcan la sinceridad de mis palabras.
Yo estoy de acuerdo con todo lo que dijo el Sr. representante de Salchichonia  con humildad, con humildad de albañiles no agremiados debemos de luchar por derribar la barda que nos separa, la barda de la incomprensión, la barda de la mutua desconfianza, la barda del odio.
El día que lo logremos podemos decir que nos volamos la barda (risas).
Pero no la barda de las ideas, ¡eso no!, ¡nunca!.
El día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas, en autómatas.
Este es el grave error de los Colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema político y económico, hablan de libertades humanas, pero yo les pregunto: ¿existen esas libertades en sus propios países?
Dicen defender los Derechos del Proletariado pero sus propios obreros no tienen ni siquiera el derecho elemental de la huelga.
Hablan de la cultura universal al alcance de las masas pero encarcelan a sus escritores porque se atreven a decir la verdad, hablan de la libre determinación de los pueblos y sin embargo hace años que oprimen una serie de naciones sin permitirles que se den la forma de gobierno que más les convenga.
¿Cómo podemos votar por un sistema que habla de dignidad y acto seguido atropella lo más sagrado de la dignidad humana que es la libertad de conciencia eliminando o pretendiendo eliminar a Dios por decreto?
No, señores representantes, yo no puedo estar con los Colorados, o mejor dicho con su manera de actuar; respeto su modo de pensar, allá ellos, pero no puedo dar mi voto para que su sistema se implante por la fuerza en todos los países de la tierra (voces de protesta) ¡El que quiera ser Colorado que lo sea,
pero que no pretenda teñir a los demás!- (los Colorados se levantan para salir de la Asamblea).
¡Un momento jóvenes!, ¡hombre! ¿Por qué tan sensitivos?
Pero si no aguantan nada, no, si no he terminado. Tomen asiento. Ya sé que es costumbre de ustedes abandonar estas reuniones en cuanto oyen algo que no es de su agrado; pero no he terminado, tomen asiento, no sean precipitosos... todavía tengo que decir algo de los Verdes, ¿no les es gustaría escucharlo?
Siéntese. (Va y toma agua y hace gárgaras, pero se da cuenta que es Vodka).
Y ahora, mis queridos colegas Verdes, ¿ustedes qué dijeron?: "Ya votó por nosotros", ¿no?, pues no, jóvenes, y no votaré por ustedes porque ustedes también tienen mucha culpa de lo que pasa en el mundo, ustedes también son medio soberbios, como que si el mundo fueran ustedes y los demás tienen una importancia muy relativa, y aunque hablan de paz, y de democracia y de cosas muy bonitas, a veces también pretenden imponer su voluntad por la fuerza, por la fuerza del dinero.
Yo estoy de acuerdo con ustedes en que debemos luchar por el bien colectivo e individual, en combatir la miseria y resolver los tremendos problemas de la vivienda, del vestido y del sustento.
Pero en lo que no estoy de acuerdo con ustedes es la forma que ustedes pretenden resolver esos problemas, ustedes también han sucumbido ante el materialismo, se han olvidado de los más bellos valores del espíritu pensando sólo en el negocio, poco a poco se han ido convirtiendo en los acreedores de la humanidad y por eso la humanidad los ve con desconfianza.
El día de la inauguración de la Asamblea, el señor embajador de Lodaronia dijo que el remedio para todos nuestros males estaba en tener automóviles, refrigeradores, aparatos de televisión; ju ... y yo me pregunto: ¿para qué queremos automóviles si todavía andamos descalzos?, ¿Para qué queremos refrigeradores si no tenemos alimentos que meter dentro de ellos?. ¿Para qué queremos tanques y armamentos si no tenemos suficientes escuelas para nuestros hijos? (aplausos).
Debemos de pugnar para que el hombre piense en la paz, pero no solamente impulsado por su instinto de conservación, sino fundamentalmente por el deber que tiene de superarse y de hacer del mundo una morada de paz y tranquilidad cada vez más digna de la especie humana y de sus altos destinos.
Pero esta aspiración no será posible si no hay abundancia para todos, bienestar común, felicidad colectiva y justicia social.
Es verdad que está en manos de ustedes, de los países poderosos de la tierra, ¡Verdes y Colorados!, el ayudarnos a nosotros los débiles, pero no con dádivas
ni con préstamos, ni con alianzas militares.
Ayúdennos pagando un precio más justo, más equitativo por nuestras materias
primas, ayúdennos compartiendo con nosotros sus notables adelantos en la ciencia, en la técnica... pero no para fabricar bombas sino para acabar con el
hambre y con la miseria (aplausos).
Ayúdennos respetando nuestras costumbres, nuestras creencias, nuestra dignidad como seres humanos y nuestra personalidad como naciones por pequeños y débiles que seamos; practiquen la tolerancia y la verdadera fraternidad que nosotros sabremos corresponderles, pero dejen ya de tratarnos como simples peones de ajedrez en el tablero de la política internacional.
Reconózcannos como lo que somos, no solamente como clientes o como ratones de laboratorio, si no como seres humanos que sentimos, que sufrimos, y lloramos.
Señores representantes, hay otra razón más por la que no puedo dar mi voto: hace exactamente veinticuatro horas que presenté mi renuncia como embajador de mi país, espero me sea aceptada.
Consecuentemente no les he hablado a ustedes como Excelencia sino como un simple ciudadano, como un hombre libre, como un hombre cualquiera pero que, sin embargo, cree interpretar el máximo anhelo de todos los hombres de la tierra: el anhelo de vivir en paz, el anhelo de ser libres, el anhelo de legar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos un mundo mejor en el que reine la buena voluntad y la concordia.
Y qué fácil sería, señores, lograr ese mundo mejor en que todos los hombres blancos, negros, amarillos y cobrizos, ricos y pobres pudiésemos vivir como hermanos.
Si no fuéramos tan ciegos, tan obcecados, tan orgullosos.
Si tan sólo rigiéramos nuestras vidas por las sublimes palabras, que hace dos mil años, dijo aquel humilde carpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin frac ni condecoraciones: "Amaos... amaos los unos a los otros"
Pero desgraciadamente ustedes entendieron mal, confundieron los términos, ¿y qué es lo que han hecho?, ¿qué es lo que hacen?: "Armaos los unos contra los otros"....
He dicho..."