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miércoles, 31 de octubre de 2012

Feliz Cumpleaños



El 31 de octubre de 1512 el Papa Julio II rezó vísperas en la Capilla Sixtina, contemplando por primera vez la bóveda de 1.100 metros cuadrados de frescos que Miguel Ángel pintó a casi 20 metros de altura durante los años 1508 a 1512. Hoy, 31 de octubre de 2012, la Capilla Sixtina ha cumplido 500 años de historia.
El Papa Benedicto XVI ha rezado Vísperas solemnes de Todos los Santos y ha recordado en la efeméride que en aquella capilla se unen la luz de la obra de arte y la luz de Dios... "Aquella luz que con su potencia vence el caos y la obscuridad para donar vida en la creación y en la redención".
Los que hemos disfrutado tantas veces de esa Capilla, de esos frescos y esa bóveda, podemos sentirnos afortunados... y de buena gana le cantaría yo ahora mismo un Cumpleaños Feliz en Gregoriano.
¡Feliz Día de Todos los Santos, por cierto!

viernes, 26 de octubre de 2012

Esto sí que es un discurso


Hoy se conmemora el aniversario de la creación de Naciones Unidas. Desde 1945 hasta hoy, hace sesenta y siete años que se fundaron... no voy a hacer análisis político ni siquiera voy a entrar en un juicio a favor ni en contra, más bien utilizo la fecha como excusa, para ofrecer una reflexión magistral... uno de los mejores discursos que he escuchado nunca. Hace casi cincuenta años Cantinflas, Mario Moreno, en una de sus películas ofrecía esta reflexión ante una asamblea de naciones.


"Me ha tocado en suerte ser último orador, cosa que me da mucho gusto porque, como quien dice, así me los agarro cansados.
Sin embargo, sé que a pesar de la insignificancia de mi país que no tiene poderío militar, ni político, ni económico ni mucho menos atómico, todos ustedes esperan con interés mis palabras ya que de mi voto depende el triunfo de los Verdes o de los Colorados.
Señores Representantes:
Estamos pasando un momento crucial en que la humanidad se enfrenta ante la misma humanidad.
Estamos viviendo un momento histórico en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo.
La opinión mundial está tan profundamente dividida en dos bandos aparentemente irreconciliables, que se ha dado el singular caso, de que sólo un voto.
El voto de un país débil y pequeño pueda hacer que la balanza se cargue de un lado o se cargue de otro lado.
Estamos, como quien dice, ante una gran báscula: con un platillo ocupado por los Verdes y con otro platillo ocupado por los Colorados.
Y ahora llego yo, que soy de peso pluma como quien dice, y según donde yo me coloque, de ese lado seguirá la balanza. ¡Háganme el favor!...
¿No creen ustedes que es mucha responsabilidad para un solo ciudadano? Porque ademas no considero justo que la mitad de la humanidad, sea la que fuere, quede condenada a vivir bajo un régimen político y económico que no es de su agrado, solamente porque un frívolo embajador haya votado, o lo hayan hecho votar, en un sentido o en otro.
Por eso yo, el que les habla, su amigo... yo... no votaré por ninguno de los dos bandos (voces de protesta).
Y yo no votaré por ninguno de los dos bandos debido a tres razones:
Primera, porque, repito que no se sería justo que el sólo voto de un representante, que a lo mejor está enfermo del hígado, decidiera los destinos de cien naciones;
Segunda, porque estoy convencido de que los procedimientos, repito, recalco, los procedimientos de los Colorados son desastrosos (voces de protesta de parte de los Colorados);
¡y Tercera!... porque estoy convencido de que los procedimientos de los Verdes tampoco son de lo más bondadoso que digamos (ahora protestan los Verdes).
Y si no se callan de plano yo ya no sigo, y se van a quedar con la tentación de saber lo que tenía que decirles.
Insisto que hablo de procedimientos y no de ideas ni de doctrinas.
Para mí todas las ideas son respetables aunque sean " ideítas" o "ideotas“ y aunque no esté de acuerdo con ellas.
Lo que piense ese señor, o ese otro señor, o ese señor, o ese de allá de bigotitos que no piensa nada porque ya se nos durmió, eso no impide que todos nosotros seamos muy buenos amigos.
Todos creemos que nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, nuestra manera de pensar y hasta nuestro modito de andar son los mejores; y el chaleco tratamos de imponérselo a los demás y si no los aceptan decimos que son unos tales por cuales y al ratito andamos a la greña.
¿Ustedes creen que eso está bien? Tan fácil que sería la existencia si tan sólo
respetásemos el modo de vivir de cada quien. Hace cien años ya lo dijo una de las figuras más humildes pero más grandes de nuestro continente: "El respeto al derecho ajeno es la paz". Así me gusta... no que me aplaudan, pero sí que reconozcan la sinceridad de mis palabras.
Yo estoy de acuerdo con todo lo que dijo el Sr. representante de Salchichonia  con humildad, con humildad de albañiles no agremiados debemos de luchar por derribar la barda que nos separa, la barda de la incomprensión, la barda de la mutua desconfianza, la barda del odio.
El día que lo logremos podemos decir que nos volamos la barda (risas).
Pero no la barda de las ideas, ¡eso no!, ¡nunca!.
El día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas, en autómatas.
Este es el grave error de los Colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema político y económico, hablan de libertades humanas, pero yo les pregunto: ¿existen esas libertades en sus propios países?
Dicen defender los Derechos del Proletariado pero sus propios obreros no tienen ni siquiera el derecho elemental de la huelga.
Hablan de la cultura universal al alcance de las masas pero encarcelan a sus escritores porque se atreven a decir la verdad, hablan de la libre determinación de los pueblos y sin embargo hace años que oprimen una serie de naciones sin permitirles que se den la forma de gobierno que más les convenga.
¿Cómo podemos votar por un sistema que habla de dignidad y acto seguido atropella lo más sagrado de la dignidad humana que es la libertad de conciencia eliminando o pretendiendo eliminar a Dios por decreto?
No, señores representantes, yo no puedo estar con los Colorados, o mejor dicho con su manera de actuar; respeto su modo de pensar, allá ellos, pero no puedo dar mi voto para que su sistema se implante por la fuerza en todos los países de la tierra (voces de protesta) ¡El que quiera ser Colorado que lo sea,
pero que no pretenda teñir a los demás!- (los Colorados se levantan para salir de la Asamblea).
¡Un momento jóvenes!, ¡hombre! ¿Por qué tan sensitivos?
Pero si no aguantan nada, no, si no he terminado. Tomen asiento. Ya sé que es costumbre de ustedes abandonar estas reuniones en cuanto oyen algo que no es de su agrado; pero no he terminado, tomen asiento, no sean precipitosos... todavía tengo que decir algo de los Verdes, ¿no les es gustaría escucharlo?
Siéntese. (Va y toma agua y hace gárgaras, pero se da cuenta que es Vodka).
Y ahora, mis queridos colegas Verdes, ¿ustedes qué dijeron?: "Ya votó por nosotros", ¿no?, pues no, jóvenes, y no votaré por ustedes porque ustedes también tienen mucha culpa de lo que pasa en el mundo, ustedes también son medio soberbios, como que si el mundo fueran ustedes y los demás tienen una importancia muy relativa, y aunque hablan de paz, y de democracia y de cosas muy bonitas, a veces también pretenden imponer su voluntad por la fuerza, por la fuerza del dinero.
Yo estoy de acuerdo con ustedes en que debemos luchar por el bien colectivo e individual, en combatir la miseria y resolver los tremendos problemas de la vivienda, del vestido y del sustento.
Pero en lo que no estoy de acuerdo con ustedes es la forma que ustedes pretenden resolver esos problemas, ustedes también han sucumbido ante el materialismo, se han olvidado de los más bellos valores del espíritu pensando sólo en el negocio, poco a poco se han ido convirtiendo en los acreedores de la humanidad y por eso la humanidad los ve con desconfianza.
El día de la inauguración de la Asamblea, el señor embajador de Lodaronia dijo que el remedio para todos nuestros males estaba en tener automóviles, refrigeradores, aparatos de televisión; ju ... y yo me pregunto: ¿para qué queremos automóviles si todavía andamos descalzos?, ¿Para qué queremos refrigeradores si no tenemos alimentos que meter dentro de ellos?. ¿Para qué queremos tanques y armamentos si no tenemos suficientes escuelas para nuestros hijos? (aplausos).
Debemos de pugnar para que el hombre piense en la paz, pero no solamente impulsado por su instinto de conservación, sino fundamentalmente por el deber que tiene de superarse y de hacer del mundo una morada de paz y tranquilidad cada vez más digna de la especie humana y de sus altos destinos.
Pero esta aspiración no será posible si no hay abundancia para todos, bienestar común, felicidad colectiva y justicia social.
Es verdad que está en manos de ustedes, de los países poderosos de la tierra, ¡Verdes y Colorados!, el ayudarnos a nosotros los débiles, pero no con dádivas
ni con préstamos, ni con alianzas militares.
Ayúdennos pagando un precio más justo, más equitativo por nuestras materias
primas, ayúdennos compartiendo con nosotros sus notables adelantos en la ciencia, en la técnica... pero no para fabricar bombas sino para acabar con el
hambre y con la miseria (aplausos).
Ayúdennos respetando nuestras costumbres, nuestras creencias, nuestra dignidad como seres humanos y nuestra personalidad como naciones por pequeños y débiles que seamos; practiquen la tolerancia y la verdadera fraternidad que nosotros sabremos corresponderles, pero dejen ya de tratarnos como simples peones de ajedrez en el tablero de la política internacional.
Reconózcannos como lo que somos, no solamente como clientes o como ratones de laboratorio, si no como seres humanos que sentimos, que sufrimos, y lloramos.
Señores representantes, hay otra razón más por la que no puedo dar mi voto: hace exactamente veinticuatro horas que presenté mi renuncia como embajador de mi país, espero me sea aceptada.
Consecuentemente no les he hablado a ustedes como Excelencia sino como un simple ciudadano, como un hombre libre, como un hombre cualquiera pero que, sin embargo, cree interpretar el máximo anhelo de todos los hombres de la tierra: el anhelo de vivir en paz, el anhelo de ser libres, el anhelo de legar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos un mundo mejor en el que reine la buena voluntad y la concordia.
Y qué fácil sería, señores, lograr ese mundo mejor en que todos los hombres blancos, negros, amarillos y cobrizos, ricos y pobres pudiésemos vivir como hermanos.
Si no fuéramos tan ciegos, tan obcecados, tan orgullosos.
Si tan sólo rigiéramos nuestras vidas por las sublimes palabras, que hace dos mil años, dijo aquel humilde carpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin frac ni condecoraciones: "Amaos... amaos los unos a los otros"
Pero desgraciadamente ustedes entendieron mal, confundieron los términos, ¿y qué es lo que han hecho?, ¿qué es lo que hacen?: "Armaos los unos contra los otros"....
He dicho..."



jueves, 18 de octubre de 2012

Habla


El profeta gritaba con toda su voz en la gran plaza de la ciudad.
Era decidido, distinto, prometedor... y todos se quedaron admirados al escucharlo.
La ciudad debía cambiar. Todos lo escuchaban boquiabiertos y lo seguían.
Pero poco a poco empezó a gritar que ellos también debían cambiar. Así muchos dejaron de interesarse en su mensaje.
Pero él seguía gritando aunque tan sólo quedaban unos pocos dispuestos a escucharle...
Y él seguía gritando, mientras todos se iban marchando e iba a quedarse solo.
Y se quedó solo y él seguía gritando.
Después de varios días gritando en la gran plaza sin que nadie lo siguiera, alguien se acercó y le preguntó: “¿Para qué tantas voces si nadie te escucha?”
Y la voz del profeta sonó con más fuerza: “Si yo me hubiera callado, ellos me habrían cambiado a mí”.

sábado, 13 de octubre de 2012

¿Qué tiene que ver El Congo y su guerra conmigo y mi móvil?


Hace unos días, hablando con un grupo de catequesis sobre las injusticias de nuestro mundo me di cuenta una vez más de cuánto ignoramos en nuestra sociedad los mayores problemas de los que formamos parte, por eso recupero este post de hace ya varios años, pero que desgraciadamente, ni ha perdido actualidad, ni es hoy más conocido que entonces.

En el corazón de África existe un material llamado coltán (de columbita y tantalita que lo componen). Casi nadie habla de él y a casi nadie parezca preocuparle, pero puede llegar a ser más valioso que el petróleo (ya es conocido como oro gris). Es un superconductor de la electricidad y soporta el calor mejor que cualquier otro material, por lo que se utiliza en la tecnología más puntera.
Resulta que el 80% de las reservas mundiales de coltán están en la República Democrática del Congo, (antes Zaire) país desestabilizado tras años de conflicto fratricida y con una política débil y corrupta. Los países limitrofes se acusan mutuamente, especialmente Ruanda y Uganda ocupan militarmente parte del territorio congoleño y explotan el mineral en negociación con las grandes multinacionales.
El valor de este material es lo único que nos permite comprender por qué hay una guerra en este país desde el 2 de agosto de 1998, sin que nadie en Occidente se escandalice por ello. Millón y pico de refugiados ya se agolpan sin medios para sobrevivir en el Este del Congo. Y esta guerra lleva ya la friolera de dos millones ¡dos millones! de víctimas ante la pasividad y el silencio de la comunidad internacional (-¿Qué pasa en África?- pregunta mi amigo Mario).
Tristemente, un negocio internacional alimenta esta guerra y deja en la pobreza más absoluta a los ciudadanos de uno de los países más ricos del planeta, que trabajan en regimen de semiesclavitud en los complejos mineros congoleses. El último objetivo es dividir el territorio de la República Democrática de Congo en varios estados, facilitando aún más la explotación injusta de los recursos. Lo denunció Mons. Christophe Munzihirwa, arzobispo de Bukavu, que por no callar fue asesinado por el ejército ruandés.
El coltán está en las pantallas planas, en los ordenadores portátiles y en las consolas (como en el año 2000 faltó Coltán la PS2 tardó en salir al mercado), por supuesto también en las estaciones espaciales, los aparatos clínicos y el armamento militar. Pero más de la mitad del coltán va a parar a nuestros teléfonos móviles (con él fabrican componentes AMD, AVX, Epcos, Hitachi, Intel, Kemet, NEC... y lo usan Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent, Motorola, Nokia, Siemens...). Sí, en tu móvil como en el mío, desde El Congo.
La prensa occidental no habla de nada de esto. Los políticos y la ONU expresan su “gran preocupación” y miran hacia otro lado. Ni siquiera las organizaciones pacifistas, tan preocupadas de otros conflictos (más llamativos seguramente) parecen preocuparse de los congoleses. Sólo la Iglesia ha intentado gritar una y otra vez contra esta explotación -hace apenas un mes lo hacían los obispos congoleses en Madrid sin que nos enterásemos-.
¿Y tú? ¿Y yo? Seguramente nos sentimos incapaces de hacer algo, tal vez sólo podemos pensarlo dos veces antes de cambiar de móvil, porque tampoco vamos a estar usando el móvil con remordimientos... Ya, es verdad... tal vez, sin coltan yo no estaría escribiendo, ni tú leyendo mi blog.
No sé si podemos cambiarlo, pero sí sé que al menos debemos saberlo. Y hacerlo saber.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Día mundial contra la pena de muerte

No suelo escribir contra nada, pero escribir contra la pena de muerte es escribir para defender la vida. Y hoy, 10 de octubre es el día mundial contra la pena de muerte, que sigue siendo uno de los horrores de nuestro siglo. 



Hace tiempo en este blog, discutíamos sobre la postura de la Iglesia Católica sobre la pena de muerte durante el siglo XX, que para muchos ha sido demasiado débil. Pero en los últimos años ha ido especificando progresivamente su postura doctrinal sobre la última pena, poniendo cada vez más objeciones a su aplicación.

Con motivo de la nueva edición del Catecismo, publicado en 1992 (impulsado por el papa Juan Pablo II, su redacción corrió a cargo de una comisión encabezada por el entonces cardenal Joseph Ratzinger), no se introdujo una condena tan tajante de la pena de muerte como desde algunos sectores católicos se esperaba. Pero Juan Pablo II, en su encíclica Evangelium Vitae (1995), matizará lo que la Iglesia enseña y escribirá: 
"(...) sin que se deba llegar a la medida extrema de la eliminación del reo salvo en casos de absoluta necesidad, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo. Hoy, sin embargo, gracias a la organización cada vez más adecuada de la institución penal, estos casos son ya muy raros, por no decir prácticamente inexistentes."

Es por eso que una revisión del Catecismo efectuada cinco años más tarde de su primera publicación, en 1997, dejó el texto de la forma siguiente: 

"La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte, si ésta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas. Pero si los medios incruentos bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana" (CEC 2267).

Tristemente, las reservas de la Iglesia, contra su verdadera voluntad, han sido malutilizadas como apoyo a las posturas y las justificaciones de algunos defensores de la pena de muerte en el mundo. Pero afortunadamente, sigue siendo la voz de la Iglesia, en su Magisterio, en sus movimientos y en sus muchos ministerios... la que resuena fuerte en el mundo frente a la pena de muerte. Os dejo un enlace interesante al respecto.
Defendamos la vida, siempre, desde el primer instante de la concepción, hasta su fin natural.