Ser scout no puede significar encerrarse en el propio grupo scout, sino que nos lanza a trabajar por los demás con todas nuestras fuerza, como en Nairobi (Kenia) donde encontramos scouts que trabajan para los niños sin hogar, educándolos, dando formación a los chicos que lideran las pandillas callejeras para que a su vez puedan ayudar a los demás, reuniéndolos con sus padres si es posible, dándoles una formación, ayudando en definitiva a reintegrarse en la sociedad.
Tener tan cerca la tumba de BP debe recordarles continuamente la importancia de seguir luchando por un mundo mejor.